¿Qué Pasa?

Entre el cielo y tierra

Entre el cielo y tierra

Bruselas, Bélgica.- El sábado asistimos a un concierto en la Iglesia San Bonifacio de la capital administrativa de Europa y nos sorprendió que uno de los grupos corales participantes estaba conformado por lesbianas y gays. Así estaba escrito en el programa y yo, mientras disfrutaba de tan maravilloso espectáculo me preguntaba, ¿Que dirían de una cosa así enDominicana?

Era un espectáculo a beneficio de personas con Sida para el que se unieron tres grupos con características muy distintas: El primero fue un grupo coral clásico de música cristiana, luego participó un coro con repertorio latinoamericano, compuesto por personas de diversas nacionalidades y por último el grupo de gays y lesbianas que de una manera muy profesional y divertida interpretaron temas pop.

No es la primera vez que me ha tocado disfrutar de un espectáculo artístico o cultural teniendo como escenario una iglesia. Hace varias semanas se celebró en Bruselas “La noche en blanco” con decenas de escenarios hasta cerca del amanecer. Esa noche varias iglesias abrieron sus puertas para vertientes muy experimentales del arte.

Recuerdo que en una impresionante iglesia gótica se presentaron

simultáneamente varios espectáculos, aprovechando el gran espacio que siempre tienen las obra arquitectónicas religiosas.

Esa misma noche fui a una iglesia protestante donde aprovechando la arquitectura de la antigua edificación, se montó un impresionante espectáculo de luces.

Abrir las iglesias a otras vertientes puede que tenga que ver con un asunto de espacios, algo práctico. Recordemos que en el viejo mundo hay más iglesias que feligreses, que en Francia, en Bélgica y en otros países se han puesto iglesias en venta. Pero creo más que todo, que abrir las iglesias al arte y la cultura es un asunto de mentalidad.

 

El Nacional

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