La estatua del legendario pelotero Osvaldo Virgil, el que abrió a golpe de valor y resistencia al discrimen y la humillación, abrió espacio a una propuesta; crear un museo en un espacio deportivo amplio de la capital, que rinda homenaje por medio del arte, a los grandes dominicanos del beisbol.
El presidente de la Fundación Luces&Sombras es partidasrio de que el país instale en un parque, la colección de estatuas de sus más importantes peloteros, como homenaje a su labor ejemplar.
Juan Gilberto Núñez (creador del Museo de Cera Juan Pablo Duarte y la estatua de Juan Marichal, frente al Estadio Quisqueya) hace la propuesta mediante una declaración a El Nacional, dirigida al Ministerio de Deportes, a la Federación de Peloteros que mantiene cerca del Estadio Quisqueya la Casa del Pelotero, y a otras oficinas y ministerios que puedan auspiciar el proyecto.
“Debemos promover la buena dominicandad, reconociendo los méritos de estos grandes peloteros en un museo público conformado por las estatuas de quienes han llevado al mundo el nombre de la República Dominicana a fuerza de batazos y lanzamientos” dijo Juan Gilberto Núñez, al comentar el impacto que ha tenido la instalación en Monte Cristi de la que corresponde a Osvaldo Virgil, a quien corresponde el mérito de haber abierto el camino de las grandes ligas a los jugadores que muchos años más tarde llegarían y triunfarían en la Gran Carpa, estuvo lista en octubre de 2016 y fue aprobada en cada paso por el deportista.
El artista y director de la Fundación Luces y Sombras, Juan Gilberto Núñez, destacó que previo a iniciar la escultura, a la altura de Marzo del pasado año, conoció personalmente la don Osvaldo Virgil para iniciar un proceso de compenetración con su trayectoria, antes de poner en movimiento el diseño de la estatua.
Refiere que conversó horas, caminó por el malecón y compartieron en diversos lugares a fin de sensibilizarse antes de poner manos a la obra.
“Se trataba de lograr una estatua que fuera un homenaje al valor de un hombre que decidió abrir un camino, el de los peloteros dominicanos respecto de las Grandes Ligas, aun cuando para lograrlo tuvo que enfrentar discrimen, insultos, xenofobia y un tratamiento no digno un ser humano” afirma Núñez.
“Una vez que iniciamos el modelado en barro, don Osvaldo estuvo en el seguimiento y aprobó cada paso.
El director de la Fundación Luces y Sombras manifestó que gracias al interés y la entrega de Danilo Díaz y al empeño, dedicación y gran espíritu de trabajo en equipo por parte de los inmortales del deporte dominicano Juan Piñao Ortiz y Milagros Cabral. La estatua de don Osvaldo Virgil fluyó de una manera impresionante.
¿Quién es?
Osvaldo José Virgil Pichardo, el primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas en el período de 1956 y 1969, nació el 17 de mayo de 1932 en Montecristi. Perteneció a losGigantes de Nueva York, Tigres de Detroit, Atléticos de Kansas, Piratas de Baltimore y Gigantes de San Francisco.
Debutó en el país con los Leones del Escogido y luego de las Águilas Cibaeñas. Jugó todas las posiciones, salvo las de lanzador y jardinero central. Como promedio de bateo tuvo 231 con 14 homeruns y 73 carreras impulsadas en 324 partidos jugados.
Fue entrenador de los Gigantes de San Francisco, Montreal Expos, San Diego Padres y Seattle Mariners. Participó en Venezuela con Tigres de Araguay Tiburones de La Guaira.
EL DATO
La técnica
Para producir la estatua de Osvaldo Virgil, revelpó el escultor, primero se modeló en barro, para proceder luego al vaciado en fibra de vidrio reforzado, para aplicar en la superficie pátina color bronce y una terminación en poliuretano para defenderla de los rayos solares.
La obra de arte se ubicó en el lugar seleccionado, mediante un pedestal en piedra.
