Desde el próximo 17 de octubre y hasta el 8 de noviembre, en los lejanos y exóticos Emiratos Árabes Unidos, se disputará la edición número XV del Campeonato Mundial Sub 17.
En la fase final de este importante certamen jugarán 24 selecciones nacionales que representarán a todas las confederaciones que conforman la Federación Internacional de Fútbol Asociado -FIFA-.
Si bien es cierto que en los Emiratos Árabes Unidos, las carreras de caballos y camellos tienen una gran tradición, no es menos cierto que el fútbol se ha ganado un importante espacio dentro de la multicultural población.
Decimos multicultural porque los Emiratos están conformados por siete diferentes estados: Abu Dhabi; Dubai; Ajman; Umm al Qaiwain; Fujaira; Ras y Sharya y, en los que la explotación del petróleo y gas proporcionan recursos económicos extraordinarios.
Pues bien, para el Mundial que se aproxima a pasos agigantados, en todas las confederaciones se han realizado procesos clasificatorios y en la nuestra -Concacaf- también.
En la región, iniciaron compitiendo los 35 países miembros, incluida la República Dominicana y sólo doce clasificaron para la fase decisiva.
La etapa determinante se está disputando en Panamá y de las doce (12) privilegiadas que llegaron a esa instancia de la competencia, cinco fueron selecciones caribeñas: Cuba, Haití, Trinidad y Tobago, Jamaica y Barbados.
Superada la primera fase de la exigente competencia lograron clasificar para el Mundial de los Emiratos Árabes Unidos las selecciones de México, actual campeona del mundo, Panamá que asistirá por segunda vez a una competencia de este nivel; Honduras y Canadá que ha participado en seis ediciones.
Llama poderosamente la atención la ausencia de la selección de los Estados Unidos de América que, hasta la fecha, era la única del mundo que había logrado participar en todos los mundiales anteriores.
Es decir que, en el año en que la Federación Americana de Fútbol celebra sus 100 años de vida institucional, su selección Sub-17 fue eliminada del torneo pre mundialista por la entusiasta selección de Honduras.
Esto demuestra que, en el fútbol -así como en la vida- nada es eterno. Todo comienza y todo termina.
La hegemonía que tuvo la selección americana en esta categoría durante casi tres décadas, finalizó y fue la batalladora y ambiciosa selección hondureña la que rompió esa extraordinaria serie de éxitos.
Lamentablemente, ninguna de las cinco selecciones caribeñas logró clasificar a la fase más importante del certamen clasificatorio.
Ni Jamaica, ni Trinidad & Tobago, ni Cuba, ni Haití y tampoco Barbados pudieron superar los escollos previos de esta ardua
y exigente competencia, por lo que tendrán que esperar dos años más para volver a intentarlo.
A este escenario competitivo es al que tiene que ambicionar a llegar el fútbol dominicano. La meta inmediata de nuestro fútbol tiene que ser la clasificación para un Mundial Sub-17. Todos los que conformamos la familia del fútbol tendríamos que trabajar en conjunto para que se pueda alcanzar esa meta.
Estamos seguros que son muchos los que consideren que esta es una competencia de menor importancia y obvio esta, la misma no tiene la repercusión mediática de la Copa del Mundo pero, recordemos que de las mismas han surgido importantes jugadores como el alemán Tony Kroos, los mexicanos Carlos Vela y Giovanni Dos Santos; los españoles Cecs Fábregas, Muniain y David De Gea; el francés Sinama Pongolle, los brasileños Neymar, Adriano, y Maicon, como también los argentinos Ezequiel Garay y Fernando Gago, además del emblemático futbolista americano Landon Donovan, por sólo citar algunos de los más conocidos.