Una marcada indefinición de los votantes sobre quién debe dirigir los destinos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en los próximo cuatro años, caracteriza el presente proceso electoral en la casa de altos estudios a cinco meses de las elecciones a celebrarse el 15 de febrero del 2014.

Enmma Polanco, Iván Grullón, Salvador Ramos y Alejandro Pichardo son los catedráticos de la UASD que aspiran a la rectoría de la institución para en el período 2014-2018.

Sin embargo, ninguno se vislumbra como ganador de esa contienda en una primera vuelta electoral y, necesariamente, se imponen las alianzas con los cantidadatos que menos posibilidades tienen.

Las últimas encuestas señalan a la vicerrectora administrativa, Emma Polanco, y al cinco veces candidato a la rectoría, Iván Grullón, como los aspirantes con más posibilidades de triunfo, pero ninguno supera el 40 por ciento de los votos, lo que los aleja de triunfar en primera vuelta.

Para triunfar se necesita el 50 por ciento más un voto, de los 2,900 profesores con derecho al sufragio en la universidad del Estado.

En ese contexto, Ramos y Pichardo tienen la sartén por el mango, con unos 200 votos cada uno, para decidir quién ganaría entre Polanco y Grullón.

Grullón, que perdió las elecciones pasadas por 47 votos, en esta oportunidad va a la contienda más debilitado, porque se quedó sin importantes aliados, que ahora apoyan las aspiraciones de Polanco.

Por ejemplo, el profesor Lorenzo Vargas (Lenchy), que en la pasada contienda fue en la plancha de Grullón como candidato a la vicerrectoría de extensión y Post grado, ahora apoya a Polanco.

Asimismo, Jorge Asjana, vicerrector docente, que fue un sostén importante de las aspiraciones de Grullón, también apoya a Polanco.

Además, se comenta en los corrillos uasdianos que Pichardo no se come un dulce con Iván Grullón.

Otro hecho que estaría favoreciendo a Polanco es su condición de mujer, que le ha ganado muchos adeptos entre las profesoras que aspiran a tener una representante en ese cargo.

Tanto Pichardo como Ramos estarían de acuerdo en pactar con Polanco o Grullón, pero en la segunda vuelta, porque los dos mantienen las esperanzas de aumentar la cantidad de votos y negociar en mejores condiciones.