El doctor Orlando Jorge Mera encarna la autenticidad del político ético y de oposición. Ya no es Orlandito, el jovencito abogado que vimos a finales de los años 80 junto a un grupo de juristas subir al estrado a defender con gallardía y entereza la dignidad y el honor de su padre, mancillados por la inquina balaguerista.
Ahora de quien hablamos es del doctor Orlando Jorge Mera, quien desde diferentes tribunas y con gran manejo de los códigos comunicacionales asume con firmeza y verticalidad su rol como hombre de partido y ente opositor.
Con sencillez, altura y serenidad, desde su columna en este mismo diario, leemos a Jorge Mera en cada uno de sus artículos hacer urticantes críticas a un gobierno que el mismo ha calificado de más de lo mismo. Por igual en cada entrega en su programa de televisión, los domingos, en el cual analiza el palpitar nacional e internacional y conversa con figuras versadas y conocedoras de los temas que allí se tratan.
El doctor Jorge Mera ha tenido que, a fuerza de tropiezo y sacrificio, crecer, abrirse paso y colocar su imagen como abogado, dirigente político, comunicador social y sobre todo, tener que lidiar con un pasado donde su padre, un ex presidente de la República que, luego del término de su mandato, se vio forzado por la persecución política a tener comparecer por ante los tribunales.
No hay que olvidarse que el PLD es el gobierno que encarna uno de los más escandalosos casos de corrupción, como lo fue el de la Sun Land, del cual Orlado Jorge Mera fue uno de sus denunciantes y quien además le dio seguimiento hasta su triste final. Una vez más se observa que la lucha política entre el sector que encabeza Leonel Fernández y la franja del presidente Danilo Medina se debate en los mismos medio, algunos de ellos en manos del PLD y el gobierno, aunque se sabe que ello es en la forma, porque en el fondo ambos son salidos del mismo vientre.
Los problemas que dejó la gestión Fernández se han acrecentados en la actual gestión, a pesar de ver a un Danilo brincar un charquito de agua, juntarse con productores de orégano, sembradores de jengibre y entregar un dinerito al cura de una parroquia para que compre un inversor.
Igual que Orlando Jorge, soy de los que entienden que los enemigos de la historia han apuñalado la institucionalidad democrática de la República y pisoteado las acciones éticas y morales y, con saña y escarnio se han mofado del sufrimiento del pueblo.
