Opinión

La doctrina jurídica

La doctrina jurídica

En su “Decálogo del Abogado”, Eduardo J. Couture afirma “el derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día menos abogado”. Una verdad de perogrullo, a la que la doctrina jurídica dominicana ha dado cátedras de estar siempre al día en la evolución del derecho. Resulta impresionante cómo todavía tenemos códigos que datan desde los 1800, y cómo las estructuras judiciales todavía develan sus debilidades y miserias, generadas lógicamente por el deseo errado de la clase gobernante de mantener sus influencias en las decisiones judiciales, los abogados escritores siguen contribuyendo al fortalecimiento del pensamiento jurídico con obras de actualidad.

Las obras que comentaré fueron puestas en circulación el mismo día, como si sus autores se hubiesen puesto de acuerdo. Son dos luces que iluminan como un rayo a la Diosa Themis. Me refiero, en primer término, a Napoleón Estévez Lavandier, con “La apelación civil dominicana” (2015), y Nassef Perdomo Cordero, con “Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Dominicano 2012-2014” (2015). Dos obras distintas, la una y la otra, pero de gran calidad.

En “Apelación Civil Dominicana”, Estévez Lavandier se consagra como uno de los principales civilistas de la doctrina nacional del Siglo XXI, a su ya enjundiosa obra doctrinaria que se inició con “Índice de Jurisprudencia Civil 1998-2005” (2005), seguida de “La Casación Civil dominicana” (2010), “Competencias supremas: la jurisdicción penal privilegiada y el recurso de revisión penal” (2012), “Ley No.834 de 1978. Comentada y anotada en el orden de sus artículos, con doctrina y jurisprudencia dominicana y francesa (2012), y “Derecho de las seguridades y garantías” del crédito (2013).Sin dudas, los estudiantes, abogados y juristas dominicanos, tendrán en “Apelación Civil Dominicana”, el tratado más completo que exista en nuestro país sobre esta materia.

Por su parte, Perdomo Cordero publica su primer aporte a la doctrina jurídica con una obra útil, oportuna y acuciosa que recoge la “Jurisprudencia del Tribunal Constitucional Dominicano 2012-2014”. Es útil porque será referencia obligatoria para todos aquellos que consultan sobre la Constitución. Es oportuna, pues siendo el Tribunal Constitucional, una jurisdicción de reciente creación en el país, las referencias jurisprudenciales anotadas en el texto de la Constitución y de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que hace el autor son invaluables. Es acuciosa porque refleja la pasión y el esfuerzo de Perdomo Cordero en la preparación de su obra. En estos días de navidad, me he apartado de los temas que habitualmente trato en esta columna, para destacar dos jóvenes valores que han decidido construir, junto a otros, el pensamiento jurídico nacional de este siglo.

El Nacional

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