Disla y su Jardín de Catástrofes muestra la fuerza de sus letras

La alucinante colección de cuentos breves, muestra además cómo se debe promover con efectividad, la literatura.

El escritor y teatrista Reynaldo Disla vuelve por sus fueros creativos con la presentación mañana desde las 7:00 de la noche en la sala Aída Cartagena Portalatín de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, de un exquisito libro de cuentos breves escritos entre 1980 y 2012, presentado por Jenny Montero, destacada investigadora de la cuentística nacional.

De paso, el narrador y dramaturgo, ofrece un modelo ideal de mercadeo que se debe dar a la literatura con una excelencia en el producto mismo (tanto en el diseño como en contenido literario) con la estructuración y desarrolló de una campaña de imagen del libro que debe servir de modelo.

Con un diseño que rompe esquemas, gracias a la hermosa relación lograda entre imagen y textos, responsabilidad de Rey Disla (que trazó las directrices visuales de la portada y las ilustraciones de apoyo, a lo cual se agrega la limpia y experimentada diagramación de Erick Simó, el libro Jardín de Catástrofes, es, a riesgo que caer en el lugar común, una verdadera delicia total, suma de textos sensibles y de un concepto gráfico llamado a transformar criterios en materia de edición literaria. Gráficamente es una obra de arte para ser admirada, desde la forma en que se presenta la dedicatoria (a Wallis Uribe, la mujer de su vida) hasta el detallado danzar de texto con grafía.

Los cuentos son cada uno una pequeña joya y su texto de contraportada despide una creatividad pocas veces respirada localmente: “Me quemo. Agonizo ante tus ojos. Soy el texto de Contraportada. Mi trabajo es incitarte a comprar el libro: misión terrible y deprimente. Resolví inmolarme a lo bonzo. Ardo durante todas las frases. Luego, soy cenizas; y tú, tranquilo, dejas de leerme”.

Entre los cuentos del volumen están los del Premio de Cuento UCE, en 2001 y el Premio Casa de las Américas de Teatro, en 1985.