Opinión

Libros y lecturas

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Huchi, relator de su tiempo
Titulo: Las décimas de Huchi Lora; Ilustraciones: Cristian Hernández; Diseño: Víctor Vidal; Diagramación: Esthepannie Santana/Grupo Nous.

Huchi Lora es uno de los periodistas y productores de contenidos más completos del país . Apoyado en: gracia en el manejo del lenguaje, la eterna vigencia de los temas sociales, y la persistencia con que Lora los y ha puesto de resalto durante mucho mas de 27 años, partiendo del 1995, solo para darnos cuenta de que nuestros problemas son exactamente los mismos y que, además, son inalterables, cambiando tan solo de rostros y circunstancias: corrupción, inseguridad ciudadana, deterioro de los servicios públicos, politiquería asimilada a un circo de cíclicas actuaciones, debilidad institucional, (sobre todo en tono a los mecanismos de poder y, de entre ellos, los relacionados con la aplicación de las leyes y la administración de justicia).

Pero no son los temas, que interesan y afectan a todos, lo que hace valioso el patrimonio decimero de Lora. Es la utilización graciosa de sus conceptos, apegados a la rígida métrica que regula un género literario tan popular y tenido a menos por los círculos literarios de otras formas de literatura. Huchi Lora es un creador literario de consistencia en la décima, que parece llegarle como una herencia regional, dado el sentido del humor que tiene en Santiago una de sus cunas naturales, por la visión rural e irónica de la realidad y la capacidad crítica frente a gobiernos, dictaduras y regímenes del más variado tipo.

Pero tras la métrica a cumplir y los talentos especializados que demanda la décima, lo que evidencia este segundo volumen de décimas de Lora, es que nuestra historia social y política es una sucesión circular de acontecimientos que vuelven a pasar por los mismos indicativos, sin aparentes señales de novedad, de cambios o relevo de liderazgos.

Sería pedirle a la décima que deje de ser ella misma. Para el reconocimiento, incluso para la lisonja incondicional, las personalidades y gobiernos cuentan con sus propios mecanismos en la comunicación, de lo cual no hay dudas.

La ilustraciones de las décimas de Huchi corren a cargo de quien consideramos el caricaturista más importante e incidente de los últimos años: un tal Cristian Hernández, quien es creativo de muñecos editoriales para dos diarios (El Nacional y El Día), con imágenes de fijación de posturas que se han hecho parte del inicio del día de miles de personas que lo buscan para el ejercicio de reír sobre nuestras desgracias.

Un aspecto que no nos agrada es la imagen de portada. Nada dice. No comunica nada, a pesar de que antecede unos textos en décima que son precisamente todo lo contrario. Faltó sentido de comunicación, a pesar de la probada calidad de nuestro amigo Víctor Vidal. Nada más visual que el tema de los trabajos para una portada que nada dice.

El autor muestra la circularidad repetitiva de los males sociales y políticos en que vivimos por años, retratando con gracia los mismos hechos que apenas cambian de rostros de gente negada al relevo generacional. Es es su éxito.