Opinión

Mi candidato

Mi candidato

Las experiencias vividas desde hace años, y que nos han contado nuestros padres y abuelos, muestran que los políticos siempre prometen mil cosas para llegar al poder, pero que una vez en el gobierno, actúan como todos los gobiernos que han existido: velar por sus propios intereses y los de sus protegidos.

De modo que en las próximas elecciones mi voto está comprometido, en el nivel municipal, con aquel candidato a alcalde por el Distrito Nacional que al menos tenga el valor de prometer que resolverá, de una vez y por toda, con el caos que forman los buhoneros y conductores en la Duarte con París.

Votaría por él, sin importar el nombre del partido que lo postule, si es capaz de presentar una propuesta que implique un eficiente sistema de recogida de basura, lo que debe incluir el reciclaje de los desperdicios, como se hace en las grandes ciudades.

Votaré por el alcalde que prometa orden en el tránsito y rescatar las aceras para los peatones

Si algunos de los aspirantes decide presentar un plan para el ordenamiento del tránsito y poner en cintura a los sindicatos de transporte que piensan que calles y aceras son de su propiedad. Ese aspirante puede contar con mi voto y hasta me atrevería a decirlo en público.

También votaría y hasta haría campaña por alguien que me pueda convencer de que sacará de las calles las chatarras que obstruyen el paso de los peatones, que pondrá en orden a los talleres de mecánicas que se toman las calles de los barrios pobres.

Mi candidato será y estoy seguro que ganaría de calle, aquel que jure con vocación cristiana que eliminará las botellas de la alcaldía y que dotará de uniforme y guantes a los que arriesgan su salud colectando los desperdicios de la ciudad.

Respaldaré con orgullo a quien sea capaz de implementar una campaña para educar a los capitaleños sobre la necesidad de la higiene de la ciudad. Por ese candidato me lanzaría a la calle hacer campaña gratis, sin pica pollo ni jumbo.

El Nacional

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