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Muchedumbre se agolpa para subir al Metro

Muchedumbre se agolpa para subir al Metro

El Nacional
El Metro de Santo Domingo arrancó hoy a las 9:00 de la mañana, abarrotado de pasajeros.

Miles  se trasladaron  bien temprano  a la estación Mamá Tingó, en Villa Mella, para hacer el recorrido de 14 kilómetros hasta el Centro de Los Héroes.

Cuando el primer tren inició el recorrido los pasajeros prorrumpieron en un aplauso, mientras algunos exclamaban que el Metro “era una realidad”, otros elogiaban al presidente Leonel Fernández y algunos criticaban a quienes se opusieron a la obra.

“No canten victoria que no hemos pasado el puente de Villa Mella ni el boquete”, dijo uno de los usuarios cuando el tren penetraba a la avenida Máximo Gómez.

“Salí vivo”, dijo otro al llegar a la estación  número 2 del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Salió junto a una gran cantidad de personas  para abordar autobuses en la avenida 27 de Febrero.

La mayor cantidad de usuarios se congregó en Villa Mella en las estaciones Mamá Tingó, donde se inicia el recorrido, y en la Hermanas Mirabal, donde centenares  se congregaron desde muy temprano, cuando los empleados de limpieza aún no habían concluido sus labores.

El primer pasajero en subir al Metro de Santo Domingo fue Francisco González, un ingeniero civil de 24 años, nativo de San Francisco de Macorís, residente en Cancino, Santo Domingo Este, quien tuvo que tomar varios vehículos hasta llegar a Villa Mella, para “probar lo que es montarse en un tren”.

Claudia Matos, una azuana empleada de los laboratorios Valdez y Aguasvivas, quien vive  en Villa Mella, fue la primera mujer en subir al tren. Dijo que   esperó a que abrieran el Metro a las 9:00 aunque llegara tarde al trabajo porque hoy  ella quería llegar en tren.

Fue notorio el orden y la disciplina mantenidos en la estación Mamá Tingó  por los miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro de Santo Domingo (Cesmet), comandados por el segundo teniente del Ejército Manuel Arismendy Castillo.

Amablemente, pero con firmeza, el oficial no permitía la entrada de pasajeros comiendo o bebiendo, con perros o gatos, ni portando armas de fuego, cuchillos o machetes.

   Tampoco se permitía la entrada a pasajeros con bultos grandes, ni la presencia de vendedores de queso, jugos, tarjetas telefónicas, ni películas y discos compactos y otros productos menores que se acostumbra vender en las guaguas y paradas.

El ingeniero Leonel Carrasco, subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), informó que hoy comenzaron a operar diez trenes, que suman 30 vagones, en los cuales son transportadas 650 personas.

 El ingeniero Carrasco estuvo supervisando las 16 estaciones del Metro de Santo Domingo, para verificar que todo esté en orden y  que  el inicio de las operaciones se llevara a cabo como se planeó.

Cada tren tiene capacidad para transportar en una hora 12 mil personas, especialmente en las horas pico.

En el Metro de Santo Domingo se da preferencia a los impedidos físicos, no videntes, ancianos y personas enfermas, a quienes se les deja  ingresar sin hacer fila.

Dentro de cada  vagón los pasajeros son orientados a través de un altavoz para que sepan cómo abrir las puertas cuando el tren se detiene y cómo comportarse.

 También se informa la llegada a cada estación para que los pasajeros sepan dónde quedarse.

Los vagones tienen  instaladas cámaras de seguridad que permiten a los operarios observar el comportamiento de los pasajeros.

Además, cada vagón es custodiado por un agente del Cesmet, que se encarga de mantener el orden y la disciplina.

 Antes de que las puertas se abran, el tren toca una alarma para que los pasajeros estén atentos, y lo mismo ocurre cuando  inicia de nuevo la marcha.

El tren se toma menos de un minuto en pasar de una estación a otra, las cuales están señalizadas indicando por dónde deben circular los pasajeros.

Además de los miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad del Metro, custodian las instalaciones miembros del Ejército, portando armas largas, efectivos de la Policía, y agentes de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI) vestidos de civil.

   Muchos pasajeros llevaron niños y personas mayores hasta las estaciones del Metro, para que experimenten lo que es montarse en un tren.

Algunos estaban tan entusiasmados que solicitan la venta de tarjetas para transportarse ya en el Metro.

El Nacional

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