Obreros de la antigua agroindustria de la caña que estuvieron desempleados por años, fueron integrados al programa de construcción de escuelas públicas, por disposición del presidente Danilo Medina. Muchos de esos obreros, que viejos y abandonados habían perdido la esperanza de encontrar trabajo, residen en la comunidad de San Luis, donde se construyen cuatro escuelas, para ofrecer facilidades educativas a decenas de niños y adolescentes.

El mensaje del presidente Medina es claro, dice una nota de la Dirección General de Comunicaciones (DICOM) la Revolución Educativa y la Tanda Extendida tienen por misión sembrar de escuelas y aulas el país. Un vídeo de la DICOM, resalta el caso de Abraham Decena, que pasó 40 años trabajando en el ingenio San Luis, “que lo soltó hecho un bagazo”. Desde entonces sufrió “su muerte en vida”, sin saber por qué del castigo. Recientemente, dice la nota, la construcción de escuelas lo ha devuelto a la vida.

Igualmente destaca que desde otros campos llegó siendo un campesino adolescente, en San Luis se afincó, formó familia y no pudo ir a otra parte. Atrapado por la caña. Había vida con la caña y el ingenio en otros tiempos. “Un día se pusieron a inventar, desapareció el ingenio y llegó la tragedia: no había trabajo por parte”. Con la construcción de cuatro escuelas en la zona, entre ellas la Calixta Estela Reyes, Abraham encontró la oportunidad de trabajar y le nombraron supervisor de obra. Abraham se siente orgulloso y esperanzado con esta oportunidad. “Nuestros hijos (se agregan los nietos) ya no van a tener que coger lucha como nosotros”.