¿Qué Pasa?

Ready Player One, intensa y con valores

Ready Player One, intensa  y con valores

Hasta 2011, Ernest Cline, el hoy reconocido escritor de novelas como “Ready playere one”, era un ser anodino: cocinero de comida rápida, pescadero, donante de plasma.

“Ready player one” es una de muchas narrativas que le acreditaron, pero para el caso, Steven Spielberg entrega ahora una versión cinematográfica deslumbradora, con algunos puntos no resueltos.

Una película completamente conectada con el fan de los video juegos y giños a múltiples películas. Posee un matiz ochentero, con incontables sucesión de referencias a múltiples íconos de la cultura pop (banda sonora, personajes, películas).

Spielberg muestra los peligros de nuestra obsesión presente por la tecnología y por usar las redes sociales para fingir ser alguien que no somos. El filme ofrece coreografías de acción impactantes, persecuciones impresionantes que te dejan sin tiempo a tomar aire.

Es una fascinante mezcla entre videojuego y cine, en algún momento desearía uno tener un control de juego e insertarse en la misma.

El director logra establecer empatía despertando esa nostalgia o melancolía por los 80’s que llevamos dentro. En una secuencia , el héroe descubrirá que la única manera de ganar es trascender su avatar y abrazar su yo de carne y hueso.

Notable el aporte de los valores de la amistad, honestidad, bien común y la lealtad.

El villano resulta extremadamente tonto y previsible, y le falta personalidad los personajes. Buen espectáculo el que ofrece Spielbert.