La Semana Santa es un tiempo propicio para la reflexión y para tener un encuentro con Dios, Jesús en su infinita misericordia y amor, tomó su lugar y recibió el castigo merecido por sus pecados.

El cardenal Nicolás López Rodríguez aboga porque la celebración sea comedida y que se piense que hay más cosas que las materiales, para llevar armonía a la familia dominicana.

Que vivamos esta Semana Santa con esta intención, para que el Señor nos regale un tiempo de paz y que todas estas cosas que estamos viendo, violencia, muertes, que Dios, de alguna manera pacifique los corazones violentos, expresó el alto dignatario católico.

Diversas actividades religiosas invitan al recogimiento espiritual en esta temporada, organizadas por las iglesias, para recordar la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Para esta festividad se invita a todos los fieles al recogimiento interior, haciendo un alto en las labores cotidianas para reflexionar sobre el misterio pascual, con el corazón dispuesto a volver a Dios, con el ánimo de lograr un verdadero dolor de los pecados y un propósito de enmienda para corresponder a todas las gracias obtenidas por Jesús.

La importancia de la celebración de los últimos días de permanencia física de Jesús de Nazaret sobre la tierra radica en lo trascendental de su existencia terrena, en la que eligió vivir en la práctica sus enseñanzas, pese a las situaciones adversas que rodearon su partida.

Los últimos días de Jesús de Nazaret en la tierra estuvieron rodeados de grandes pruebas y dificultades, la mayoría más fuertes de lo que cualquier ser humano creería poder ser capaz de soportar, pero aun así este gran maestro demostró con su ejemplo, la grandeza que puede alcanzar el ser humano cuando se pone en contacto con su ser interior y éste comienza a manifestarse en obras. Jesús dio ejemplo de dignidad al enfrentar las mayores tribulaciones, perdonó la traición por comprender la debilidad, mantuvo la ecuanimidad ante los mayores retos, fue compasivo con sus enemigos, mantuvo la fidelidad a sus ideales ante las tentaciones, y sobre todo la confianza en Dios, su padre, aun a costa de su propia vida, para dar fe de la supervivencia del alma.

Semana Santa

Los cristianos celebran la entrada de Jesús a Jerusalén, que es recibido por el pueblo con palmas el domingo de Ramos.

La últma cena el Jueves Santo, en la que Cristo ofreció pan y vino a sus apóstoles, dió origen a la Eucaristía o Comunión.

También la muerte en la cruz el Viernes Santo, su día en el Sepulcro el Sábado Santo y la Resurrección el domingo o Pascua de Resurrección.