La soberanía y la deshaitianización
El día 14 del presente mes de enero 2015, el presidente Danilo Medina inauguró el Foro de la Diplomacia Dominicana, en la sede de la Cancillería dominicana con la presencia del Canciller arquitecto Andrés Navarro, personal del departamento, 45 embajadores y 43 cónsules, omitiendo el personal parasitario, llamado “inactivos” que cuestan al contribuyente RD$86 millones mensuales ó RD$1,032 millones al año.
El desorden, desbarajuste y medalaganarismo politiquero asqueante que desde hace tiempo se denuncia corroe nuestra Cancillería viene de antaño y aceleró su descomposición en el gobierno del presidene Leonel Fernández que conocía, y permitió, toda suerte de inconductas del entonces Canciller ingeniero Carlos Morales Troncoso, fallecido.
El evento se desarrolló entre los días 14, 15 y 16, y el gobernante expuso que es hora , ahora, luego de l5 meses de asumir el Solio Presidencial conociendo la corrupción siempre denunciada, inclusive por el suscrito, de reactivar la política exterior dominicana.
El eje principal para que esa ponencia se concretice radica en aplicar sin más demora ni miramientos el espíritu de la ley 285-04 que fija la política migratoria del Estado dominicano promulgada por el presidente Hipólito Mejía el mismo día que entregó el poder al presidente Leonel Fernández, que demoró ocho años en promulgar el reglamento para su ejecución, lapso en el que el país se “cundió” de haitianos ilegales.
Peor, el 17 de enero del 2014 el presidente Medina promulgó el decreto 327 que prohibe deportar haitianos ilegales, y se adujo que ese decreto fue consecuencia de “la presión ejercida por Estados Unidos, Francia, Canadá y Reino Unido”, para reducir la migración de nacionales haitianos a su territorio, argumento para energúmenos, que incluido quien escribe, consideramos una patraña.
Esto así, porque es suficiente para controlar el tráfico de nacionales haitianos ilegales a nuestro territorio, que el gobernante, Supremo Comandante en Jefe de los institutos armados y la Policía Nacional, instruya a sus comandantes esa disposición contundente, que no se ha producido, por el beneficio de militares que cobran por permitir ingresar y salir del país a haitianos en la frontera de 39l kilómetros por puntos clave, Dajabón, Restauración, Elías Piña y Pedernales, y los empresarios que emplean mano de obra ilegal haitiana y exportan a Haití más de US$l,000 millones al año. Tast is the question.
El capítulo del servicio exterior es considerado como excesivo, ineficiente, inútil y parasitario en su mayor proporción, guardando el trabajo eficiente de algunos de excepciones, para confirmar la regla que honran el servicio, los embajadores Aníbal de Castro, Federico Cuello Camilo, Guilermo Piña Contreras, Hugo Guiliani Cury, Héctor Galván Suzaña, José del Carmen Ureña, Víctor Grimaldi Céspedes, José Serulle Ramia, Rafael Calventi, Rubén Arturo Silié,, Vinicio Tobal Ureña, Frank Hans Donastorg, José Osvaldo Leger Aquino, Pedro Vergés, Alejandro González Pons y Fernando Pérez Memén, muestras que no “tuto perduto”
La clave consiste en reducir embajadas haciéndola concurrentes, como hizo en diciembre Italia con su embajada en RD, reducir el personal sobrancero y las alimañas parasitarias que cobran aquí y no asisten a sus puestos, que no son pocos y el Canciller y el gobernante lo saben.
Es injustificable, repudiable y un oprobio que el consulado de Barcelona tenga 23 empleados, Boston 3l, Cabo Haitiano l7, Juana Méndez 22, Madrid 40, Mayagüez l0, Montreal l9, Miami 57 y Nueva York ll4. ¡Eso es una barbaridad, presidente Medina!
Ceñirse a la ley l68-l4del Tribunal Constitucional es empezar a transitar por la reforma integral de la Cancillería, honrando el espíritu de esa ley histórica que como la línea divisoria del capitán Francisco Pizarro en la isla de El Gallo, señaló al grupo que le acompañaba para iniciar su odisea de conquistar al Perú, el camino hacia a la gloria o al infierno.
Todo cuanto se diga y no honre estos preceptos será para el presente mediático y para la historia, cháchara, ópera bufa. sainete, aguaje, perdedera de tiempo, pluma de burro y burlarse de la soberanía nacional y la inteligencia del incauto pueblo dominicano. Hasta un día.
