El Gobierno gestionó comprar una flotilla de aviones a Israel tipo A-4, pero al no contar con las condiciones requeridas, decidió comprar nueve aviones Super Tucano a la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer).

Ante la imperiosa necesidad de combatir el trasiego de drogas, en el 2001, el entonces jefe de la Fuerza Aérea, Rafael Bueno Vásquez, realizó una visita a Tel Aviv, Israel para evaluar ese tipo de avión.

El 11 de marzo del 2001 la plana mayor de la Fuerza Aérea elaboró en la Base Aérea de San Isidro el informe sobre la compra de 10 aviones Super Tucano a la empresa Embraer por un monto de US$ 82, 731, 881.00

El exjefe de las Fuerzas Armadas José Miguel Soto Jiménez presentó al expresidente Hipólito Mejía el informe que destaca las excelentes condiciones de su financiamiento, así como las características de ese tipo de aeronave adaptables a los pilotos y técnicos de la institución .

En la misiva el ex teniente general solicitó al presidente Mejía que emitiera al jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, para que en representación del Estado dominicano pueda firmar el contrato.

A pesar de que desde el 2000 se comenzó a gestionar la compra de esta flotilla de aviones, es en noviembre del 2008 cuando el Congreso Nacional aprobó un préstamo de US$93,697,887.60.

Para la compra el Estado dominicano suscribió un préstamo con el Banco de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES), y la Empresa Brasileira de Aeronáutica S.A. (Embraer), incluyó piezas de recambio, equipos de suelo y equipo de vuelo.