Leonel Fernández confía en que su popularidad, escrutada en elecciones llenas de trampas, con abstención de un 29%, un 46.17% de votos en su contra y la compra de voluntades con recursos del Estado puede resistir cualquiera de sus desaguisadas y desafiantes medidas.
Ese poder ilegítimo anunció la continuación de las obras faraónicas, y ha creado para los funcionarios estrellas un amplio espacio de rumba para el saqueo al erario, con impunidad garantizada; es como si hubieran gritado desde las escalinatas del Palacio Nacional: ¡Señoras y señores: continúen la fiesta y mañana gallo!.
Se quedan cortas las denuncias de Euclides Gutiérrez en cuanto a la corrupción oficial; las señales del descalabro moral del gobierno son suficientemente claras, como inconfundibles son los sepultureros de este sistema; he aquí los más recientes hechos:
Para que prevalezca la impunidad, Songo le dio instrucciones a Borondongo y la Suprema declaró inadmisible los recursos de inconstitucionalidad al préstamo de los 130 millones de dólares a la Sun Land, hecho por el Poder Ejecutivo y que ahora ni Florimán sabe donde están.
Violando la Ley de Función Pública 41-08, hemos visto el auto pago realizado por los miembros de la Cámara de Cuentas, por un monto de 281,973.60 pesos por cabeza, más incentivo, recibiendo en total cada uno de ellos, unos 563 mil 947 pesos, suma suficiente para pasarse a sus anchas unas Merry Christmas and a Happy New Year.
Esos reputados miembros de la Cámara de Cuentas, como los anteriores que ocuparon esos cargos -destituidos por ser de igual estirpe-, fueron nombrados por el Poder Ejecutivo y el Senado.
¡Oigan la bulla!
Para cerrar con broche de oro el 2008, el mandatario procedió al indulto de un grupo de condenados, una por su participación en un fraude bancario multimillonario y otros por sustracción de recursos público del plan Renove.
Con el feísimo arte de soplar y roer, le antecedía el escándalo de corruptela en la remodelación del Palacio de Bellas Artes y otros tantos más. Porque hemos llegado a un punto, que el saqueo del momento tapa el del mes, el de la semana, o del día anterior.
Crisis económica global y nacional, corrupción e impunidad de estado, desgaste político del gobierno, desempleo, hambre, desesperación e irritación popular son una peligrosa mezcla explosiva que el poder se afana en agitar.
Baltasar Gracián recomendaba en el Oráculo manual y arte de prudencia: Hay que poner más cuidado en un final feliz que en una aplaudida entrada. Es frecuente que los afortunados tengan muy favorables comienzos y muy trágicos finales. Respecto a esa obra, Friedrich Nietzsche dijo: Europa no ha producido nada más fino ni más complicado en materia de sutileza moral”.
¡Aunque no se comparta, releerla es siempre interesante!
