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Tiroteo en templo sij en EEUU deja siete muertos, entre ellos el atacante

Tiroteo en templo sij en EEUU deja siete muertos, entre ellos el atacante

OAK CREEK, EEUU, 6 Ago 2012 (AFP) – Un hombre abrió fuego el domingo en un templo sij en Wisconsin, norte de Estados Unidos, matando a por lo menos seis personas antes de ser abatido por la policía, siendo esta la segunda masacre que vive el país en 15 días, tras la ocurrida en Aurora (Colorado, oeste).

El incidente se produjo en un templo de Oak Creek, una pequeña ciudad de 35.000 habitantes en las afueras de Milwaukee. Cuatro personas fueron asesinadas a media mañana en el interior del recinto y otras tres en el exterior.

Además, tres hombres, entre ellos un policía, fueron transportados en un estado crítico al hospital Froedtert de Milwaukee, indicó un portavoz del hospital a la AFP.

“Lamentamos esta pérdida de vidas que se produjo en un lugar de oración y recordamos que nuestro país ha sido enriquecido por los sijs, quienes son parte de la gran familia estadounidense”, dijo el presidente Barack Obama a través de un comunicado de la Casa Blanca.

Por su parte, el jefe de la policía local, John Edwards, aseguró que se está considerando “este hecho como un caso de terrorismo interno y por lo tanto el FBI”, la agencia federal de investigaciones, ha tomado cartas en el asunto.

El domingo por la noche, la policía ordenó la evacuación de tres cuadras a la redonda del domicilio del asesino, en Cudahy, una población a las afueras de Milwaukee, a casi 4 km del templo sij. La zona está acordonada, indicó a la AFP un policía, mientras que algunos vecinos del asesino lo describieron como un hombre agradable y tranquilo.

Se trata de un hombre blanco de unos 30 años, según dijeron los testigos a los medios locales. Habría iniciado el tiroteo a las 10H30 locales (15H30 GMT) en los alrededores del templo, adonde varias decenas de feligreses acudían desde temprano en la mañana para asistir a una ceremonia.

La policía no dio ninguna información sobre el asesino pero confirmó que fue abatido por uno de los agentes que llegó al lugar de los hechos tras recibir una llamada de los servicios de emergencia.

Inicialmente, la policía temía que un segundo tirador estuviera escondido al interior del recinto, pero luego indicó que esto no era así.

El incidente se produjo en un momento en que el país se encuentra aún conmocionado por la masacre ocurrida en un cine de Aurora el 20 de julio. Ese día, James Holmes, de 24 años, abrió fuego en plena exhibición del último episodio de la película de Batman, matando a 12 personas e hiriendo a 58.

Los sijs sospechan que se trata de un crimen de odio —

Según el diario The Milwaukee Journal Sentinel, el autor de la masacre comenzó a disparar tras acercarse a un prelado que estaba en el exterior del templo. El director del recinto, Satwant Kaleka, resultó herido y fue trasladado al hospital, según la misma fuente.

Suni Sing, un testigo del tiroteo de 21 años, dijo a la radio local WAOW.com haber escuchado disparos y visto cómo dos personas caían, mientras que un amigo suyo que estaba estacionando su vehículo a la entrada del templo observó al tirador recargar su arma e ingresar al lugar de culto.

En los alrededores del templo, Harinder Kaur, una estudiante de 22 años que acudió al lugar de los hechos, dijo a la AFP: “Nuestro sacerdote ha muerto, el abuelo de unos amigos ha muerto. Nunca hubiéramos creído que esto podría sucedernos”.

“Era un domingo normal”, agregó, y recordó “lo unida” que es la comunidad sij.

Para Navreet Raman, una cuadragenaria, hechos como este “dan miedo. Se trata del lugar en el que oramos. Si una iglesia ha dejado de ser un lugar seguro, ¿qué podemos considerar seguro? Nada”.

Un miembro del comité del templo, Ven Boba Ri, citado por el The Milwaukee Journal Sentinel, indicó que “no tiene idea” del motivo del tiroteo. “Es sin duda un crimen de odio. (El asesino) no es un miembro de la comunidad”, estimó.

Los sijs, cuya comunidad cuenta entre 500.000 y 700.000 miembros en Estados Unidos, portan turbantes y barba, por lo que con frecuencia son confundidos con musulmanes y son víctimas de ataques racistas, especialmente tras los atentados del 11 de septiembre.

Sapreet Kaur, director ejecutivo de la Coalición Sij, que representa a esa comunidad en Estados Unidos, dijo que la policía debe investigar los hechos pero que él piensa que se trató de un crimen de odio.

“Ha habido varios crímenes de odio contra la comunidad sij en los años recientes y desafortunadamente” deducimos que éste es otro de ellos, señaló. 

La más antigua organización musulmana en Estados Unidos, Ahmadiyya, “condenó fuertemente este tiroteo inconsciente en contra de los feligreses” e instó a que se refuerce “la educación religiosa para (crear) una sociedad más tolerante y pacífica”.

Por su parte, la embajada india en Washington afirmó que estaba en contacto con las autoridades estadounidenses mientras que su embajadora, Nirupama Rao,  escribió en Twitter: “Nuestros corazones sangran por las vidas preciosas e inocentes perdidas en Oak Creek”.

“Este es un momento muy trágico para nuestra comunidad. Debemos mantenernos calmos”, añadió, y aseguró que “los sijs están entre los mejores indio-estadounidenses: patriotas, obedientes de las leyes, trabajadores, generosos y dadivosos”.

 

El Nacional

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