Opinión

UNAS DE CAL….

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La cuota de la mujer

La otrora dirigente reformista Alexandra Izquierdo, actual vice síndica del Distrito Nacional, hizo en días pasados unos razonamientos públicos  dignos de ser tomados en cuenta a la hora del mítico cumplimiento de la cuota de la mujer por parte de los partidos mayoritarios.

Porque si bien es cierto que esas organizaciones hacen con frecuencia alardes de que cumplen con esa cuota a la hora de la escogencia de sus candidatos a los diferentes puestos electivos, no menos cierto es que el día de las elecciones muy pocas de esas candidaturas logran pasar la prueba de las urnas.

 Y entonces tenemos que entre los funcionarios electos la representación femenina termina siendo numéricamente ridícula.

Porque a juzgar por el silencio de la Junta Central Electoral en ese aspecto al parecer nuestras organizaciones políticas han cumplido con los numeritos que la ley reserva a las mujeres cuando escogieron a sus candidatos, pero no se emplearon a plenitud para alcanzar las plazas a que ellas aspiraban.

 Eso, aparte de que con frecuencia las sitúan adrede  en posiciones o lugares con escasas posibilidades de resultar victoriosas, para cumplir con la ley y negarles al mismo tiempo a las mujeres que militan en ellos, el espacio correspondiente a la cuota reservada para ese sector.

 De manera que me parece válida la propuesta de modificación de la Ley Electoral planteada por la vicesíndica Izquierdo, quien además se desempeña como encargada del Programa de Género del Ayuntamiento del Distrito Nacional.

Ella propone que las aspirantes a puestos electivos se disputen entre ellas las candidaturas correspondientes al 33 por ciento que les asigna esa legislación a las mujeres.

Sin duda que de esa contienda resultarían las candidatas más idóneas y populares tanto en el nivel municipal como en el congresional.

Y la sociedad tendría una mayor representación de la mujer tanto en el Congreso Nacional como en los gobiernos municipales, con el correspondiente aumento del aporte de ese sector.

Claro, correspondería a los partidos políticos un empeño mayor que el exhibido hasta ahora para que sus candidatas alcancen las posiciones a que aspiran, porque a decir verdad todavía quedan resabios machistas que hacen al hombre dominicano renuente a votar por las mujeres.

Reconozco que hemos avanzado bastente, pero nos falta todavía un largo trecho educacional por recorrer para dejar atrás ese atrasado prejuicio, y los partidos políticos tienen la necesaria capacidad para llevar a cabo un papel decisivo en esa dirección.

El Nacional

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