Con un encuentro con criadores de cerdos y caficultores de San Cristóbal, el presidente Danilo Medina completó ayer 200 visitas sorpresa en las cuales interactúa con miembros de asociaciones de productores agropecuarios a los que generalmente el Gobierno provee de crédito, equipos y asistencia técnica.
El mandatario ha defendido la eficacia de esos encuentros semanales, que también se realizan con pequeños y medianos agroempresarios, artesanos y comerciantes, e incluso ha aconsejado a los beneficiados que reclamen a quien lo sustituya que se continúe con esas visitas.
Tiene razón el Presidente al señalar que esos encuentros semanales le permiten tener una mayor y mejor cercanía con sectores que requieren rápida intervención del Gobierno para poder aumentar producción, productividad y comercialización de cultivos o productos procesados.
Es claro que esas denominadas visitas sorpresa no deben reemplazar los programas que ejecutan instituciones oficiales como los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente, Industria y Comercio o Banco Agrícola, pero se admite que ayudan a dinamizar sectores enraizados en la vulnerabilidad o exclusión.
Conforme a estadísticas oficiales, las 200 visitas presidenciales han permitido identificar unos 1,531 proyectos encaminados por grupos organizados, de los cuales se han concluido 843, equivalente a un 55.06%, mientras que 688, (44.94%), están en fase de ejecución.
El Gobierno ha comprometido en esos encuentros recursos por más de 52 mil millones de pesos, de los cuales se han desembolsado $33,029,313,827, la mayor parte en créditos que el Presidente ha urgido a los beneficiaros a cumplir con su reembolso.
Un equipo de funcionarios y técnicos tiene a su cargo el seguimiento a las promesas presidenciales en cada una de esas visitas, lo que incluye coordinar su cumplimiento con las instituciones, que de acuerdo a su competencia ejecuten esos proyectos.
A lo que se aspira es a que todos los funcionarios del Gobierno realicen “visitas sorpresa” en todas partes donde se requiera de la atención oficial, porque son tantas las necesidades que el presidente Medina no daría abasto, aunque dedique todos los días de su gestión a esos encuentros, que se definen como provechosos.
