En su segundo periodo de gobierno la gestión de Luis Abinader enfrentara desafíos de importancia.
Es cierto que el país ha tenido que recurrir a préstamos que han aumentado nuestra deuda con organismos internacionales, pero no había de otra.
Es de reconocer que el gobierno enfrentó con cierto éxito una terrible epidemia, con un aparato sanitario ineficaz y con debilidades en la calidad de la atención a los pobres.
Con vecinos como los haitianos no solo es un alto gasto en todo tipo de recursos , sino una incertidumbre permanente ante una migración laboral imprescindible para nuestra economía.
Mejorar la seguridad ciudadana y controlar los índices de violencia es una tarea pendiente que se relaciona con los esfuerzos por mejorar la intervención policial.
Si el tráfico de sustancias prohibidas sigue aumentando, el año que inicia será catastrofico. Antes afirmábamos que el país era un punto de tránsito de drogas, pero lo cierto es que somos una planta de recepción, consumo y distribución de toneladas de sustancias controladas para todo el mundo.
¿Ud. sabe lo que son 10 toneladas de cocaína? Estamos frente a un incremento de la circulación, consumo y distribución del mundo del narcotráfico que amenaza al año por iniciarse.
El mundo de la educación está en manos de un sindicato que paraliza las clases ante cualquier reclamo y que nos coloca en un lugar vergonzoso en las mediciones internacionales.
Tenemos el primer lugar en la mortalidad por accidentes de tráfico a nivel mundial. Aunque se ha mantenido un control de la inflación y cierta disciplina en el margen cambiario frente al dólar, la pobreza no ha disminuido, por el contrario observamos filas de hambreados haciendo turnos esperando mil quinientos pesos, bonos, funditas de Inespre y otras medidas de corte populista.
La inseguridad ciudadana es un tópico que va en incremento y el 2025 presenta un escenario favorable para su incremento sino tomamos medidas preventivas a tiempo.
A medida que avance el año que recién inicia las aspiraciones políticas van a devenir en divisiones partidarias y apetencias desmedidas de los aspirantes a sustituir al actual presidente.
Tres escenarios posibles: Que el PRM se ponga de acuerdo y lleve un candidato único (cosa difícil que ocurra). Que el PLD Y LA FP lleguen a un acuerdo electoral alrededor de la figura de Leonel Fernandez. Y que surja una coalición de alianzas precedida por una división del PRM que debilite las fuerzas de Luis Abinader.