AFP.- La abuela de la recién coronada campeona del US Open Emma Raducanu, Niculina Raducanu, quería que dejara el tenis, tan preocupada estaba por su salud después de que las dificultades respiratorias la obligaron a retirarse de su partido de Wimbledon los últimos 16 este año.

La rumana de 88 años le dijo a The Daily Mail que “la salud de su nieta es más importante (que la riqueza o la fama)”.

Afortunadamente para la británica Raducanu, de 18 años, ni su padre Ian (hijo de Niculina) ni su madre china Renee siguieron el consejo y arrasó en el US Open para convertirse en la primera clasificatoria en ganar un título de Grand Slam.

Niculina Raducanu, conocida por Emma como ‘Mamiya’, un término rumano de cariño para las abuelas, es cercana a su nieta.

Recibía a Emma dos veces al año en Bucarest en su apartamento, mientras que ella venía a la casa de la familia en Inglaterra para cuidar a su nieta y contar historias sobre Rumania.

Sin embargo, estaba tan ansiosa por Emma después de retirarse de su enfrentamiento con el australiano Ajla Tomljanovic en Wimbledon que se atrevió a abordar el tema de la jubilación con los padres de Raducanu.

“Le pregunté a sus padres si debería dejar el tenis”, dijo Raducanu al periódico después de que la localizaron en su casa de Bucarest. “Porque, ¿y si algo le pasara a Emma?”

“Su salud es más importante (que la riqueza o la fama).

“La cancha en la que jugó ese día tenía un techo porque estaba lloviendo y sentía que no podía respirar”.

Sin embargo, en lo que respecta a la final del Abierto de Estados Unidos del sábado pasado, fue la abuela, no la nieta, la que titubeó.

“La noche que ganó el Abierto de Estados Unidos (Raducanu venció a su compañera adolescente Leylah Fernández de Canadá 6-4, 6-3), no pude ver porque mi corazón no podía soportarlo”, dijo.

“Me dije a mí mismo: ‘Este partido va a ser muy difícil’, así que decidí no verlo.

“Me enteré de la noticia al día siguiente, y me encantó que ella estuviera fuerte y sana, y que su mente también estuviera sana, especialmente después de lo que pasó la última vez (en Wimbledon).

“Cuando hablé con mi hijo, me alegré por él.

“Él se habría sentido tan decepcionado si ella hubiera perdido después de todo el trabajo y los recursos que pusieron en esto”.

Niculina dice que hasta ahora se ha resistido a revelar a sus vecinos y amigos lo que había logrado su nieta nacida en Canadá.

“Por supuesto, estoy muy orgullosa de ella”, dijo.

“Pero nunca le he dicho a nadie que soy la abuela de un campeón de Grand Slam”.