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Adanismo

Adanismo

Manuel Fermín

Hay situaciones que revelan el comportamiento de un gobierno, con todo y su manejo del poder y su manera de escenificarlo en República Dominicana, un país tan presidencialista -casi monárquico-, centralizado y vertical en la toma de decisiones. Muy notorio es el adanismo, propio del funcionario en busca de protagonismo queriendo hacer de su ejercicio “lo excepcional”, “lo único”, “lo que nunca se ha hecho”, “lo nunca antes visto”, lo “jamás realizado”.

Han exhumado este género casi de ficción por medio del cual el burócrata tiende a realizar su trabajo sin tener en cuenta lo realizado anteriormente y destacarlo a su favor.

Así escucho decir:” ahora Republica Dominicana cuenta con una política pública de agua y saneamiento que no existía…. “expresan los “ejecutores” del Gobierno en la materia, y lo dicho es risible por no decir frustratorio. Cuando usted revisa la memoria institucional del agua en nuestro país y encuentra nombres como Luis Bonet, Frank Pineyro, Carlos Miranda, Farías Cabral, Deveaux, Emilio Almonte, Marcelo Jorge, Rodríguez Gallart, Salvador Dajer, Carlos Leal, Suero Marranzini, Alberto Infante, Alberto Rogers-y silencio más por razones de espacio-, tenemos que catalogar como gente construida a la carrera a los que emiten semejante absurdidad.

Conviene mirar lejos para atrás para entender que no se trata pues de una excepción, sino de una normalidad todo ese esfuerzo institucional y profesional. Obvian estos improvisados la formidable obra en manejo de desechos líquidos, plantas de tratamiento, acueductos y presas, canales de riego y drenajes construidos en esta nación, principalmente Balaguer, cuya obra parece haber sido sobrevolada.

En una ocasión oí decir a Danilo Medina que “jamás ningún gobierno había realizado la obra social que hizo el suyo”. Así que los “jefes del agua”(del aguaje) han hecho una versión novelada, donde todo se enmarca en el vértigo de tener algo que decir; del homusnovus que viene a cambiar radicalmente las cosas desde el Gobierno apelando a campañas vacuas construidas con promesas irrealizables.