Vivimos en un país tropical, donde sólo disfrutamos de una estación del año: verano. Aunque el calor es genial, a la hora de ir a la playa, en algún momento hemos anhelado usar algunas prendas de vestir específica, que lamentablemente son para otro clima, y el nuestro no nos lo permite.
A pesar de no sentir el clima frío o ver los árboles teñirse de naranja y ver sus hojas caer, se puede reinterpretar y llevar la paleta de colores y la estética del otoño, pero con ropa más fresca y ligera.
Para sentir la vibra otoñal, el primer paso es iniciar por los colores. Elige tonos tierra como beige, marrón, terracota, y un poquito más llamativo como naranja, pero no lumínico, sino calabaza o tostado, verde oliva, mostaza, color vino, etc.
Al residir en un país tropical, los tonos mencionados no tienen que ser para ropa pesada, estos también pueden ser usados en prendas más ligeras y fabulosas como vestidos en lino y pantalones cortos frescos, camisas o blusas en algodón con mangas ¾, si quieres algo más abrigado pero frescos a la vez. También, faldas de mezclilla oscura o gamuza ligera, abrigos suaves, sobretodos, blazer y kimonos.
Deja volar tu creatividad y no te limites a que el otoño llegue a tí, solo a través de la ropa, también puedes jugar con tu manicura, maquillaje, carteras y accesorios, en los tonos terrosos mencionados.
No trata de abrigarse sino jugar con los colores o texturas que te dé la sensación que estás viviendo al máximo esa estación del año a pesar del sol caribeño abrazador.
