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Al inmortal Leo Corporán con cariño

Al inmortal Leo Corporán con cariño

Leo Corporán, José Domínguez (Boyón) y el profesor Nelly Manuel Doñé, quienes han sido tres de los principales dirigentes del Club y la Fundación Mauricio Báez.

El maravilloso irlandés, Oscar Wilde, se despidió atormentado de este mundo con su famosa “De Profundis”, epístola que hace latir los corazones más ingratos. Dijo el autor de “El retrato de Dorian Gray”, que cada siglo trae consigo sus vicios. Es así. El nuestro nos presenta la ingratitud, envidia, y un marcado acento de individualidad. Al recibir la información de que Leo Corporán sería exaltado al salón de los inmortales, como propulsor, decidí hacer este artículo de alabanza a sus más de 60 años dedicados al deporte y la cultura. Diría más bien, que hice una reflexión en voz alta.

Me dije a mí mismo: ¿Por qué la Academia Sueca negó el premio Nobel a los maestros argentinos Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar, sin embargo, lo otorgó a la novelista, Chloe Ardelia Wofford, conocida como Toni Morrison? Sencillamente, porque la estadounidense, no sólo se dedicó a escribir, sino que se preocupó por los demás a través de sus luchas por los derechos civiles y contra la discriminación racial. De igual manera, pienso que el merecido reconocimiento que se le hará al benemérito ciudadano, Leo Corporán, no se debe exclusivamente a sus invaluables aportes a través de las páginas deportivas de El Nacional, donde ha impulsado sin discriminación y desinteresadamente los deportes a nivel nacional, sino porque ha impactado positivamente a los más necesitados y ha librado arduas luchas en favor de la justicia y los de abajo.

 Cuando los miembros del Pabellón de la Fama y su presidente Dionisio Guzmán, pronuncien solemnemente  el nombre de Leonardo Heredia Castillo, Leo Corporán para que comparta la inmortalidad con los mauricianos Nelly Manuel Doñé y José -Boyón- Domínguez, entre otros hermanos de lucha, estarán premiando, no solamente al icónico periodista, sino también, al padre de los clubes deportivos y culturales, al silente filántropo que diariamente ayuda a los demás, al otrora joven que ingresó al Movimiento 14 de Junio a luchar por los ideales de Manolo Tavárez Justo. Cuando el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, cubra de gloria el pecho del líder mauriciano, también será un reconocimiento al buen hijo, al buen hermano, al buen esposo, al buen amigo, y al padre ejemplar, que ha sabido impulsar su familia, junto a su esposa Cecilia Guerra, doña Noy, por el camino del trabajo y la honestidad.

Como asiduo estudioso de la historia, me dije a solas: Alejandro Magno. El Grande, nunca será recordado por haber ganado las batallas de Issos y Gaugamela, sino por iniciar el periodo Helenismo, cuna del arte y la cultura occidental. Pues me atrevo a decir, que el viejo Leo Corporán será más bien recordado, por ejercer un liderazgo histórico en el Club Mauricio Báez y la Fundación Mauricio Baez, lugares emblemáticos donde se trabaja diariamente para formar un hombre nuevo a través de la educación, el deporte y la cultura.  Grandes mujeres y hombres le han acompañado en tan titánica labor: Julio Pozo, Yuyo, Nelly Manuel Doñé, Nelly Pozo, Danilo Aquino, Juan José Heredia Castillo, Corporancito, Cecilia Guerra, su esposa, Saturnino Martínez (Moñoño) y los actuales presidentes del Club Mauricio Báez y la Fundación Mauricio Báez: José (Boyón) Domínguez y César Heredia Guerra entre otros no menos importantes.

Salve ilustre camarada: Leo Corporán. Con júbilo y justificado orgullo, recibimos tu  entrada triunfal al nicho de los inmortales. Ahí te esperan tus compañeros y otros te contemplan desde el cielo, como tu compadre: Nelly Manuel Doñé.

Ramón Rodríguez
centrodeidiomaswashington@gmail.com

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