Las reacciones sobre las renuncias del alcalde y la vicealcaldesa de La Vega colocan al Gobierno en una encrucijada para llenar las vacantes que se han creado en el municipio.

Hay que dar por descontado que con la designación de Kelvin Cruz como ministro de Deportes y la renuncia de la vicealcaldesa Amparo Custodio, quien debía sustituirlo, el Gobierno estaba consciente del conflicto que se planteaba.

El Presidente puede designar por decreto al alcalde, pero distintos sectores consideran que la decisión no sería democrática.

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Ante el impasse que se ha planteado el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños Guzmán, y el abogado Julio Cury estiman que lo más prudente es que se convoque a nuevas elecciones en el municipio.

La oposición, que tiene sus intereses, endosa la celebración de nuevas votaciones y rechaza de plano que el Presidente nombre al sustituto de Cruz.

En medio de la controversia circula la versión de que el diputado Agustín Burgos, presidente del PRM en La Vega, sería designado para el cargo.

Castaños Guzmán subrayó que en ausencia de un procedimiento constitucional explícito y claro se debe dejar en libertad a los veganos de escoger al nuevo alcalde.

La alcaldía no está acéfala, pues en lo que se resuelve el conflicto que se ha creado el concejo de regidores nombró al secretario general Joel Martínez para regir los destinos del municipio. El caso, sin importar lo que se haya contemplado, es una experiencia para las autoridades.