No solo vuelve a estremecer a la población sobre la violencia machista, sino a cuestionar el papel de las autoridades para contenerla el caso del teniente de la Policía que mató a su mujer y su suegra en la comunidad de Los Robles, La Vega.
Las versiones sobre el doble crimen, revestido de un dramatismo espantoso, comprometen la misión de la Policía para prevenir los feminicidios.
Los familiares de las víctimas aducen que Juan Luis Jiménez había estado preso por violencia de género y que para evitar una tragedia trasladaron a su mujer Mailyn Arianni Marte, de 26 años, a un lugar que consideraban más seguro que el hogar que compartían en Villa Altagracia. Pero el homicida la persiguió y no solo la mató a ella, sino también a la madre e hirió a una tercera persona identificada como Franklin Ruiz Inoa.
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En el aire queda la interrogante de si un oficial de la Policía con supuestos antecedentes violentos no requería algún tipo de tratamiento especial o simple observación de sus pasos. El doble crimen, que enluta el inicio del año, demanda una investigación, porque el parecer falló el protocolo de seguridad.