En menos de diez días grupos armados asaltaron una sucursal del Banco de Reservas, en el sector La Barranquita, de Santiago, y otra del Banco Popular, en la avenida Luperón, de Santo Domingo, donde cargaron con cantidades indeterminadas de dinero.

En el robo a la oficina del Banreservas, ubicada en la plaza comercial La Fuente, durante el atraco siete delincuentes entablaron un tiroteo con agentes policiales con saldo de tres heridos, incluida una persona a la que intentaron secuestrar.

En el asalto a la oficina del Popular, localizada en las instalaciones de una estación de expendio de combustibles, participaron tres individuos con rostros cubiertos, uno de los cuales encañonó al vigilante y los otros cargaron con el dinero de los cajeros, mientras un cuarto malhechor aguardaba en el vehículo en el que escaparon.

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La Policía identificó a los supuestos participantes en el atraco a la sucursal bancaria de Santiago, cuatro de los cuales ya fueron apresados, en tanto investiga el asalto perpetrado contra la oficina bancaria de la avenida Luperón, a los fines de ubicar y detener lo más pronto posible a los asaltantes.

Además de identificar y apresar a todos los involucrados, la Policía y el Ministerio Público tienen la ingente tarea de determinar si hubo conexión entre un atraco y el otro, o establecer con toda claridad que sólo se trató de una coincidencia entre dos grupos del crimen organizado.

Resulta difícil asimilar que bandas de delincuentes planifiquen y ejecuten por separado atracos a sucursales de bancos diferentes, en Santiago y en la capital, que poseen similares características de operar en locales pequeños, una dentro de una modesta plaza y la otra en el interior de una gasolinera, con reducida vigilancia.

También se ha dicho que al menos dos de los involucrados en el asalto a la sucursal del Banreservas, habían participado en otro atraco a un local bancario en 2013, además de que la oficina bancaria de la avenida Luperón, había sido objeto de un asalto durante el cual los atracadores asesinaron al vigilante.

Son muchas las incógnitas que las investigaciones tendrán que despejar, incluida la versión de que entre los participantes en esos atracos figuran extranjeros, así como identificar las fuentes que proveyó las armas usadas en esos atracos. También que los asaltos se perpetraron entre 4:00 y 4:30 de la tarde. Dos bandas y dos atracos en menos de diez días es demasiado.