Para el veterano actor y director Giovanny Cruz, la figura del productor teatral ha marcado un antes y un después en el teatro local y califica su incidencia como mayormente positiva, aunque algunos son descaradamente comerciales.
Cruz aclara que no critica que el teatro produzca dinero a los productores, pero por encima de todo, el arte debe primar y obviamente no siempre ocurre eso.
“El hecho de poner tantas ‘figuras’ no teatrales en obras, ha atraído espectadores momentáneos, sin embargo, ha alejado a muchos. Este año hemos notado una proliferación de buenas y cuidadas producciones profesionales. Ojalá no vengan ahora a escupirnos la sopa”.
Sobre el apoyo publicitario y de público a los montajes de hoy en día analiza que la inversión publicitaria en el arte culto ha bajado un poco por diferentes causas y probablemente la principal sea que aunque tenemos mucha presencia de obras en escenarios, ha mermado algo la cantidad de espectadores. “Por suerte esa situación ha cambiado en los últimos tiempos.
Hace unos días se dio a conocer que ya el Congreso aprobó definitivamente la esperada Ley de Mecenazgo. Aunque esta no tiene la connotación de la Ley de Cine, causará alentadores resultados entre las distintas manifestaciones de las Bellas Artes”.
Buenos y malos recuerdos
Evaluando el pasado y el presente, el también director teatral confiesa que sus mejores recuerdos actuando han sido en las obras: Dos viejos pánicos (Virgilio Piñeira), Calígula (Albert Camus); Interioridades (Iván García), Andrómaca (Iván García); Julio César (Shakespeare), Quíntuples (Luis Rafael Sánchez).
Y como director: Los justos, Amanda, Calígula, La virgen de los narcisos, Barrio Sietetumbas, El Gato Negro, Andrómaca, El sucesor, Los tiranos y Obsesión en el 507 .
A la hora de recordar los montajes que talvez nunca debió hacer dice sin reparos que “sólo de uno estoy realmente arrepentido y es ‘Flores en el bar’. No por la obra, sino por los dos muy deficientes productores de la misma. Como actor nunca debí aceptar participar en una comedieta muy mala de Julio Matías”.
¿Le quedan sueños por cumplir?
Luego de reflexionar unos minutos expresa que al teatro dominicano le hace falta su internacionalización, igual que mayor difusión nacional, ya que hace muchos años era habitual que se recorriera el país con las producciones.
“Ahora, peligrosamente, la casi totalidad de la actividad teatral profesional se concentra en Santo Domingo. En lo particular, a mí, que logré con mi equipo notables éxitos en nuestros grandes escenarios (Teatro Nacional, París-Francia, Barcelona, Miami, Boston, Palacio de Bellas Artes, Gran Teatro del Cibao, Altos de Chavón, Puerto Plata, Baní; etc) se me hace difícil presentar mis realizaciones en ese tipo de escenario o sacarlas del país. Pero, les participo que el año que viene volveré con una de mis super producciones: Rebelión y suplicio de Antígonamota”, concluyó.
UN APUNTE
Nueva generación
De los jóvenes actores de la nueva generación, Cruz considera buenos y válidos para formar parte de un relevo teatral a: Cindy Galán, Wilson Ureña, Laura Lebrón, Ernesto Báez, Fiora Cruz Carretero, Amauris Pérez, Luvil González, Josué Guerrero, Nilleny Dipton, Pepe Sierra y Judith Rodríguez.
