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Alianza Rescate RD

Alianza Rescate RD

Luis Pérez Casanova

La verdad es que la Alianza Rescate RD, rubricada por el PLD y Fuerza del Pueblo (FP) para competir unidos en las elecciones venideras, no ha tenido mayor calado. Esa indiferencia con que evidentemente ha sido recibido el acuerdo y de la que no se puede culpar a la tormenta Franklin, es un mal presagio sobre un acuerdo que se presentaba como alternativa para modificar la actual correlación de fuerzas.

Al margen de lo bien posicionado que esté el presidente Abinader, factores como la ausencia de Danilo Medina y Leonel Fernández del acto en que se anunció el pacto; el mismo lema Rescate RD, y la batalla opositora por liderar al sector han incidido en esa falta de expectativas evidenciada por la alianza que incluye las siglas PRD. El anuncio formulado en una descolorida ceremonia por un político de poco carisma como Miguel Vargas Maldonado también le restó impacto.

Un abrazo entre Leonel y Danilo y levantando los brazos, hubiera dado fuerza y entusiasmo al acuerdo. No se saben las razones de la ausencia de los otrora compañeros, pero después que Balaguer y Bosch, que durante una época fueron los grandes rivales de la lucha política, se abrazaron cuando la conformación del Frente Patriótico es obvio que el pasado, por más hiriente que sea, está atrás.

Más aún, con todos los escándalos de corrupción que se han denunciado y en medio de una batalla contra ese cáncer al hablar de rescate del país la oposición da lugar a que se piense más en sus intereses particulares que en las necesidades de la población. Porque no se puede negar que muchos de los problemas que se atribuyen a la actual administración han sido heredados de pasadas gestiones o resultado de crisis internacionales. Los casos más concretos son el confinamiento por el covid y el alza de los alimentos tras la invasión de Rusia a Ucrania.

Otro factor lo representa la disputa entre el PLD y FP para liderar la oposición ante la posibilidad, todavía un tanto lejana, de una segunda vuelta en las presidenciales de mayo. Leonel y Danilo saben que el triunfo de uno significa la derrota del otro y por lo tanto sus organizaciones luchan a brazo partido no para derrotar al PRM, sino a su aliado circustancial. Y mientras el PLD y FP se disputan ese importante segundo lugar, sin importar la representación municipal alcanzada por ambos, la alianza da argumentos al PRM para diseñar una eficaz estrategia alrededor de la figura del presidente Abinader, quien con una moral tan elevada y la auspiciosa capacidad de trabajo que ha demostrado, no tiene todavía un flanco por donde se le pueda atacar.

Además de la institucionalidad, hoy por hoy la gran lucha del Gobierno ha sido contra necesidades que la oposición critica, pero que no resolvió durante los 20 años en que detentó el poder.