PORT ST. LUCIE, Florida.- Ha pasado un año y medio desde que Amed Rosario irrumpió en las grandes ligas, debutando como el prospecto segundo clasificado en el béisbol. Como sucede con los jugadores jóvenes, Rosario tuvo un poco de dificultad a los 21 años mientras se adaptaba a las grandes ligas.

Y así las cosas. Ingresó al año siguiente como el campo corto inicial incuestionable de los Metros, pero hasta el 9 de agosto, estaba bateando .230 con un OPS de .619.

La noche siguiente, Rosario pegó tres hits, provocando una buena racha que duraría hasta el final de la temporada. A partir del 10 de agosto, Rosario acumuló .303/.335/.444 con nueve dobles, dos triples, cinco jonrones y 13 bases robadas en 47 juegos. Lo llevó hasta esta primavera, registrando múltiples hits en dos de sus primeros tres juegos y manteniendo su promedio por encima de .300 durante la mayor parte de la temporada de la Liga de la Toronja.

La pregunta qué viene después: la ascensión al estrellato, o el estancamiento al entrar, ¿cuál debería ser el mejor momento de su carrera?

“Tengo mucha confianza en el futuro”, dijo Rosario a través de un intérprete. “Siento que estoy mejor. Siento que he estado trabajando mucho. Eso es todo lo que es para mí”.

No debería tardar mucho para que los Metros descubran si el aumento del año pasado fue una racha de siete semanas o un presagio de una mejora genuina.

“Lo protegimos en ocasiones el año pasado, y los guantes están fuera este año”, dijo el manager Mickey Callaway. “Tendrá que salir y continuar haciendo lo que hizo el año pasado, y entender que fue que lo hizo más exitoso en la segunda mitad, y trasladarlo a un lugar en la alineación [donde está] probablemente un poco más difícil de lograr. Así que le estamos pidiendo mucho a un jugador joven. Pero si alguien puede manejarlo, Rosie puede.

UN APUNTE

Estará protegido
En una alineación con Robinson Canó, Michael Conforto, Brandon Nimmo y otros toleteros, Rosario no necesita ser un punto focal de la ofensiva. Pero él torpedero podría ser la diferencia entre una alineación fuerte y una de élite.