¿Qué Pasa? Arte Nacional

Andando en silla de ruedas

Andando en silla de ruedas

Joseph Cáceres

Cuando se hacen análisis sobre la situación del merengue muchos solo reparan  en que los gustos y preferencias han cambiado, sobre todo luego de la impronta de la llamada música urbana.

Se deja de lado eventos que le confirieron  peculiaridad y caracterizaron el auge del merengue en los 70’s y 80’s, en que nuestro ritmo alcanzó la mayor proyección.

Olvidan, el Festival del Merengue  auspiciado por la Secretaría de Turismo a todo lo largo y ancho de la Avenida George Washington, con tarimas donde se presentaban orquestas, en las diferentes esquinas de la vía, y se colocaban tarantines de venta de comida criolla, que eran las delicias de los miles de turistas, sobre todo de Puerto Rico, que venían cada año a la celebración.

En los hoteles se organizaban fiestas bailes (El Embajador, Hispaniola, Jaragua) que mantenían a las orquestas tocando durante toda una semana.

El Festival del Merengue  se dañó cuando la Secretaría de Turismo lo traspasó a la Secretaría de Cultura, y esta, a su vez, incapaz de mantenerlo con el brillo y el esplendor con que lo recibió, decidió cederlo a una casa licorera, que le cambió el nombre, y lo transformó en un llamado “festival de música caribeña”, para incluir otros géneros musicales. Y hasta ahí llegó el evento más importante que tenía el merengue cada año.

De manera paralela hay que mencionar El Carnaval del Merengue que organizaba Jo?é Tejeda en los principales escenarios de Nueva York, como el Madison Square Garden, el Radio City Music Hall y el Lincoln Center.