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«Armonía precaria»

«Armonía precaria»

Manuel Fermín

He escuchado con baja intensidad la frase “no saben gobernar”, y que el Gobierno debe tener los ojos abiertos sobre todo para tratar de que no crezca como aquel “e’pa’fuera que van” que marcó al período del 2000-04.

El PRM llegó al Gobierno cuando la población exigía regenerar un poder jalonado de episodios notables de corrupción,de luchar contra la pandemia y recuperar la economía. Las cuentas públicas y la economía están bajo control y en pleno crecimiento; con la pandemia se han satisfecho las exigencias legítimas de la población e incluso inspirarle confianza la autoridad, pero amplios sectores populares apenas prestan atención a esto.

Por otro lado,la gestión está plagada de pifias generadas por la bisoñez e incapacidad de funcionarios,y aún así existe una suerte de alucinación por “lo bien que van las cosas”, pareciendo satisfacerse con una profusa promoción,comoocupados en deshacerse de lo negativo que resulta tener que luchar con una situación internacional tan adversa y cada día más confusa.

Obviando todo esto las autoridades han entrado en terreno resbaladizo con las propuestas amplias de reformas, contratos de fideicomisos y específicamentela reforma constitucional, ofertas que —como mínimo— han merecido un rechazo y unadetenidareflexión por la oposición política que se ha espabilado y que ha comprendido que el Presidente al ir por la reelección, fenómeno que se hace sensible al entrar en una armonía precaria con sectores afectados por la crisis, predispone a sobresaltos y tensiones sociales.

En esta perspectiva, y aunque haya una observación exacta de la realidad económica que se complica por la inflación cuando ya se superaban los desajustes de la pandemia, aparece la guerra en Europa, y es precisamente esta conjunción de dificultades la que facilita las más duras censuras ante este agravamiento difícil de comprender por el ciudadano común. Esta nuevarealidad incita a pensar que todo quedaría al azar.