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Balaguer ordenó no interrogar a Juan Bosch por el caso Orlando Martínez en 1975

Balaguer ordenó no interrogar a Juan Bosch por el caso Orlando Martínez en 1975

El 29 de marzo de 1975, el entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer, ordenó que el expresidente Juan Bosch no fuera interrogado por la Policía Nacional en relación con la investigación del asesinato del periodista Orlando Martínez.

Bosch había sido citado por el coronel Robinson Brea Garó, encargado de la investigación del caso, pero se negó a acudir al interrogatorio.

Orlando Martínez fue asesinado el 17 de marzo de 1975, un crimen que conmocionó a la sociedad dominicana

Ante esta situación, Balaguer intervino directamente, instruyendo a la Policía que no molestaran a Bosch, según lo confirmó en su momento el jefe de la Policía Nacional, general Rafael Guillermo Guzmán Acosta.

En ese momento, ya se encontraban detenidos varios dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD): Diomedes Méndez, Antonio Delgado, Norge Botello y José Rafael Luna, quienes fueron vinculados al crimen en la etapa inicial de la investigación.

Las primeras indagatorias parecían enfocarse en una posible confrontación entre el PRD y sectores de izquierda, lo que llevó a los investigadores a considerar a miembros del partido como presuntos implicados en el asesinato del periodista.

El asesinato de Orlando Martínez

El crimen ocurrió el 17 de marzo de 1975, alrededor de las 7:00 de la noche, en la calle José Contreras, próximo a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Martínez fue encontrado herido de bala dentro de su vehículo.

El periodista fue auxiliado por el capitán de la Policía Nacional Ángel Gómez Polanco, quien llegó al lugar en una patrulla y lo trasladó al Hospital Militar Dr. Enrique Lithgow Ceara, donde falleció a causa de las heridas.

En ese contexto, diversos sectores han denunciado que la investigación original buscó desviar la atención de los verdaderos responsables. Se persiguió e incluso se encarceló a personas inocentes, quienes más tarde fueron liberadas al demostrarse que no tenían ninguna relación con el crimen.

Este caso sigue siendo uno de los más emblemáticos en la historia de la lucha por la libertad de expresión en la República Dominicana y ha dejado profundas huellas en la memoria colectiva del país.

Tomás Vidal Rodríguez

Periodista especializado en investigación de datos