Informe BC precisa que el país combina una paz social sostenible, seguridad jurídica con un entorno de negocios.
El Banco Central afirmó que la inversión extranjera directa (IED) se ha convertido en un factor crucial para el crecimiento económico de los países en vía de desarrollo.
Precisó que su comportamiento está condicionado por factores tanto internos como externos que en los últimos años se han manifestado en la forma de guerras comerciales, inflación persistente y la reconfiguración de las cadenas de suministro.
Precisa que República Dominicana ha mantenido un crecimiento sostenido en la captación de IED, a pesar del entorno internacional desafiante, destacando también las oportunidades y riesgos del país asociados al fenómeno del nearshoring.
De acuerdo con el World Investment Report 2025, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), los flujos de IED a nivel mundial disminuyeron un 11 % en 2024, totalizando USD 1.5 billones.
En América Latina y el Caribe, se registró una disminución del 12 %, alcanzando USD 182,000 millones.
En contraste, República Dominicana logró un crecimiento de 3 %, ascendiendo a USD 4,523 millones en ese año y cubriendo con holgura el déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos, lo que demuestra que sus fundamentos estructurales no solo amortiguaron el impacto global, sino que reforzaron su posición relativa dentro de la región.
Si comparamos la IED alcanzada en 2024 con el 2019, año previo a la pandemia, esta creció un 49.7 %, y si comparamos con el año 2020, esta creció 76.7 %.
El Banco Central estima que este desempeño positivo evidencia la solidez de los fundamentos macroeconómicos del país y su capacidad para sostener el flujo de capitales externos incluso en contextos de volatilidad internacional.
“En este sentido, invertir en la República Dominicana se presenta como una decisión respaldada por condiciones estructurales sólidas y ventajas competitivas que la distinguen dentro de la región.
Su estratégica localización en el centro del Caribe facilita la conexión con los mercados de América del Norte, Central y del Sur, potenciando las oportunidades derivadas del nearshoring y el friendshoring.
Asimismo, la República Dominicana combina una paz social sostenida, estabilidad económica y política, seguridad jurídica con un entorno de negocios atractivo, sustentado en programas de incentivos fiscales, infraestructuras modernas y un sistema de telecomunicaciones de alto nivel, además de un firme apoyo gubernamental a la inversión extranjera.
En conjunto, estos elementos, sumados a su acceso preferencial a diversos mercados internacionales, consolidan al país como un destino confiable para la atracción de capital foráneo.
