Reindo Unido. BBC Mundo. Muchas personas no son conscientes que tomar alcohol puede arruinar un buen sueño, ya que interfiere con la actividad cerebral, según sugiere una encuesta realizada por el gobierno del Reino Unido. Casi la mitad de los 2.000 bebedores regulares interrogados reportaron sentirse fatigados el día después de haber tomado más de la dosis diaria recomendada. Alrededor del 58% de los encuestados desconocían los problemas de sueño que provoca tomar más del límite. A los hombres se les recomienda no tomar más dos vasos de cerveza y a las mujeres no más de un vaso de 250 mililitros de vino. De acuerdo a los hallazgos surgidos de la encuesta, muchas personas no eran conscientes de que la deshidratación que produce el alcohol puede interferir con su sueño.
El alcohol impide que el cerebro libere vasopresina (hormona antidiurética), un químico que le avisa a los riñones que reabsorban agua que, de otra manera seguiría hacia la vejiga. Sin esta señal, el tomador necesita ir más veces al baño. Y esta pérdida de agua puede provocar un dolor de cabeza que nace del centro del cráneo. Además, el alcohol interrumpe la fase del sueño MOR (movimiento ocular rápido) durante la cual suceden los ensueños más intensos y que se piensa que es necesaria para un dormir profundo y reparador. Despertarte sin haber gozado del sueño vital que tu cuerpo necesita te dejará agotado y, si eso sucede noche tras noche, puede afectar seriamente tu salud y tu bienestar general. Luego de tomar, el cuerpo tiende a caer en un sueño profundo, y sólo entra en la fase MOR una vez que el cuerpo sintetizó el alcohol.
A medida que el cuerpo va saliendo del sueño MOR, muchos tomadores se dan cuenta que se despiertan temprano a la mañana con la sensación de que no durmieron adecuadamente.