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¿Buenas intenciones?

¿Buenas intenciones?

 Políticos y comunicadores dicen con frecuencia  --en medios impresos, audiovisuales y digitales— que el  presidente de la República, Luis Abinader, es un hombre bien intencionado. Aunque disienta suelo respetar las opiniones de los demás
  Pero ese es un halago natural y hasta justificable en funcionarios de la presente administración, no solo por defensa de sus intereses sino porque en ocasiones lo expresan basados en convicciones. 

De verdad que creen que es así. En otras personas genera suspicacia. Pero el poder es dulce y sobra gente que tira piropos “a ver si algo se pega”.
 Indistintamente de la inclinación política (Y en apego a la objetividad) se puede decir que este Gobierno muestra transparencia administrativa, pero apenas lleva un año. 

¿Quién sabe lo que podría ocurrir en el trayecto faltante para la culminación del cuatrienio?
 Es innegable, además, que el presidente Abinader contribuye al fortalecimiento de la democracia, al aprobar la presencia de profesionales independientes políticamente y adornados de ciertas cualidades éticas. En ese aspecto hay una diferencia “del cielo a la tierra” con respecto a la conducta de Leonel y Danilo,  que enviaban a las cortes a  compañeros del Comité Central del PLD.

 Los gobiernos del PLD secuestraron las instituciones y hubo retroceso en ese orden.
 En ese aspecto se puede decir que Luis Abinader tiene buenas intenciones, pero jamás se debe soslayar que es un hombre que está gobernando para los empresarios. 

Es un Gobierno de empresarios: el presidente, la vicepresidenta, el primer ministro, el ministro administrativo y casi todos los demás ministros. Y para colmo se le entrega a Punta Catalina a Celso Marrinzini. ¿Buenas intenciones?

 Hay quienes pretenden justificar que la clase dominante se apodere del Estado, bajo el alegato de que esa gente tiene sus problemas resueltos y no va al Estado a robar, pero ¿quién abandona una empresa que genera al mes cinco o diez millones para ocupar un cargo de 300 mil? ¿No lo había pensado?

 Nunca he conocido a ningún presidente que gobierne para los ricos y para los pobres al mismo tiempo. Luis Abinader está al servicio de los poderosos y no puede jamás tener buenas intenciones para el pueblo.

Por: Danilo Cruz Pichardo
danilocruzpichardo@gmail.com

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