La Cámara Americana de Comercio ofrece un saludable ejemplo al entrar al debate sobre la reforma fiscal con propuestas específicas.
Al margen del proyecto del Gobierno y lejos de ver solo los intereses de sus miembros, la entidad ha apoyado su propuesta en cinco ejes para que la reforma sea “exitosa”, que resume en suficiencia, equidad, eficiencia, simplicidad y sostenibilidad.
Sobre esas bases entiende que la reforma debe plantear un financiamiento adecuado del gasto público que permita proporcionar servicios esenciales a la ciudadanía y promover el desarrollo. También entiende que todas las personas deben tributar conforme a su capacidad.
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En torno a la eficiencia favorece un régimen que alterne las decisiones de los productores y los consumidores para que la carga ni distorsione el mercado ni desincentive la inversión y el consumo. Ese sistema debe ser simple para facilitar el cumplimiento de los contribuyentes.
Concluye en que la reforma debe ser sostenible a largo plazo, a fin de que acompañe el desarrollo y se adapte a circunstancias futuras.
Hasta quienes se oponen a la reforma deben motivar sus razones para evitar que la discusión degenere en un círculo vicioso.
La Cámara Americana de Comercio hace un aporte con los ejes en torno a los cuales entiende que debe girar una reforma dirigida no solo a incrementar las recaudaciones, sino a racionalizar el gasto público.