Misión educativa
Señor director:
Los educadores debemos evaluar objetivamente si un estudiante comprendió el texto que leyó o la información que le hemos transmitido oralmente. De igual modo el periodista debe comprender de manera objetiva y contextualmente exacto el contenido de los hechos que publicará como noticia, porque de lo contrario se arriesga a que su capacidad de comunicador resulte cuestionada ya que los lectores y oyentes podríamos calificarlas de noticia confusa y la confusión es pecado capital para un periodista que se repute de honesto y competente.
Cuando el periodista no evalúa correctamente el contexto en que se dio la noticia, como lector u oyente de la misma, yo o puedo discriminar qué parte de ella es relevante y veraz y qué partes son “remiendos” o apreciaciones subjetivas que oscurecen en vez de precisar.
El despliegue que la prensa dio a la muerte de una niña que enferma fue trasladada en ambulancia desde San Cristóbal a la capital, fue desbordante. En el trayecto, dicha ambulancia fue requisada por agentes de la DNCD y en los minutos que pudo haber durado aquel chequeo, la infante murió. De manera bastante descuidada, se ha hecho creer a la población simple, que aquella niña no murió por la gravedad extrema de su enfermedad de base, sino por la intransigencia y la inhumanidad de los agentes antidrogas.
Si la madre de la niña maldice y rabia contra los agentes involucrados en el caso, es entendible su exasperación y angustia. Pero que algunos comunicadores sin ningún miramiento desuellen a los miembros del operativo antidroga, fingiendo ignorar las inverosímiles estratagemas y ardides de que se vale el narcotráfico para transportar su mercancía, es injusto. Los dardos deben ir dirigidos no contra los agentes sino contra el narco.
El narcotráfico es una actividad caracterizada por una violencia depredadora. Los centros cerebrales que regulan y controlan la atención en los humanos no siempre pueden seleccionar un estímulo sensorial frente a otro. Hace tiempo que la psicología cognitiva demostró que aunque la atención puede ser flexible, es difícil que podamos dividir los recursos atencionales entre los estímulos que exigen nuestra atención.
Es posible escuchar música suave y de bajo volumen mientras leemos, siempre y cuando no estemos bajo tención emocional y ansiedad. Cada vez que policías actúan en persecución de narcos, su estado emocional cambia de sosegado a uno de estrés y ansiedad extremos, pues saben que la probabilidad de ser asesinados es muy alta.
Atentamente,
Dr. Pedro Mendoza.
Santiago

