Impacto del petróleo
Señor director:
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La inversión de US$800 millones se puede realizar en un menor tiempo y con impactos positivos mayores en la reducción de las altas pérdidas, del elevado déficit financiero y subsidio al sector eléctrico, cuyos resultados podrán observarse más rápidamente que los efectos de la entrada en operación de las plantas a carbón y/o de la conversión de todo el parque de generación para que solo opere a base de carbón, gas natural, hidroeléctricas y energía eólica.
Si el Gobierno ha podido comprometer las finanzas públicas para ejecutar un proyecto de inversión en las plantas a carbón de Las Catalinas que implica unos US$3,000 millones en por lo menos cinco (5) años, a razón de unos US$600 millones en promedio por año, más fácil resultaría hacer un compromiso serio para una inversión en distribución de unos US$800 millones en dos (2) años, a razón de unos US$400 millones por año, para atacar y resolver las altas pérdidas y elevado déficit financiero que experimenta el sector eléctrico, las cuales constituyen uno de los peores cánceres que corroe y hace metástasis acelerada en las finanzas públicas.
La eliminación de las altas perdidas, elevados gastos corrientes y exceso de empleomanía de las distribuidoras y la CDEEE, conjuntamente con el respeto a la Ley, marco institucional e independencia del Regulador, son las correctas y claras señales que permitirían atraer nueva inversión privada al sector eléctrico, con lo cual se fomentaría la apertura del mercado eléctrico, propiciando una mayor competencia en el segmento de generación, sin necesidad de que el inversionista privado exija al Estado garantías soberanas ni financieras ni de ningún tipo, ni privilegios irritantes, para poder realizar sus inversiones.
Los enormes déficits financieros y subsidios asociados al sector eléctrico, los cuales ahogan las finanzas públicas, quedarían eliminados con la implementación de las medidas y acciones indicadas, lo que permitiría liberar cuantiosos recursos a favor de la salud y educación, recursos que hoy son tirados por la borda para mantener operando un sistema eléctrico caracterizado por las altas perdidas, la ineficiencia y exceso de gastos corrientes y empleomanía de las distribuidoras y la CDEEE.
Eliminemos de una vez y para siempre los agujeros que ocasionan que en el sistema eléctrico, independientemente del precio de compra de la energía, se pierda el 40% de la energía que las distribuidoras compran a los generadores.
Atentamente,
Bernardo Castellanos