Verdades y distorsiones

Señor director:

En fecha 28 de abril del presente año la Cámara Americana de Comercio llevó a cabo el Desayuno Empresarial Britcham, con un conferencista invitado que fue el embajador británico en República Dominicana, señor Steven Fisher, quien se halla en los meses finales de su gestión como representante de la Corona Inglesa. Este discurso bordeó varias de las situaciones (no gratas) que viene confrontando el país, y que con el tiempo se han radicalizado mucho más. Aunque sus observaciones fueron muchas, la parte de su disertación que más ha sido reseñada es la referente a la repatriación de personas indocumentadas, una vez haya concluido el plazo de la regularización.

Fue la suya una opinión de cierta excepcionalidad, pues no es común en este tipo de funcionario opinar sobre asuntos internos del país donde están en función diplomática. Los problemas derivados de la migración indocumentada en la República Dominicana han pasado por muchos cuestionamientos provenientes de grupos nacionales prohaitianos, y organismos internacionales, pero aun así, los diplomáticos acreditados en el país se han reservado su opinión, ellos saben por donde andan las cosas, pero sus niveles discrecionales no les dejan escapar opinión, y lo más que han dicho algunos, es que “eso es asunto de la competencia de la República Dominicana”.

El embajador hace constar que el gobierno que representa está de acuerdo con la Ley 169 – 14, (¿..? ) sobre la Regularización de Extranjeros, y en tal virtud, entiende que ellos, refiriéndose a los indocumentados, tienen que irse. Dijo, además, que el gobierno haitiano tiene que dar la documentación apropiada a sus ciudadanos, así como también ayudar en la repatriación de los deportados de manera civilizada. Dicho esto, advirtió y reiteró, de manera muy notable que “hay que respetar los derechos humanos”. Esa insistencia suya en ese punto de la violación de esos derechos, lo lleva a coincidir, consciente o no, con los grupos nacionales e internacionales que, actuando con falsedad, acusan al gobierno y al pueblo dominicano de violar los derechos humanos de nacionales haitianos como si por ser tales su ilegalidad haya generado derechos por encima de nuestra Constitución. República Dominicana no es violadora de esas derechos, sino una víctima de la abrupta migración haitiana, lo cual ha hecho que se violentado algunos derechos de nacionales dominicanos.

Atentamente,

Melania Emeterio R.