El desplome del techo de la discoteca Jet Set, el 8 de abril de este año, con un saldo de 236 muertos y más de 180 heridos, “desató una ola de sufrimiento emocional”, provocó serias secuelas mentales en la población del Gran Santo Domingo, que se manifiesta con depresión, ansiedad y estrés postraumático.
El dato está contenido en el estudio “Impacto emocional tras la catástrofe del Jet Set” del Observatorio de Salud Mental y Bienestar de Vicerrectoría de Investigación e Innovación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), dado a conocer este miércoles.

Los investigadores recomendaron al Ministerio de Salud Pública crear unidades de atención psicológica en emergencias, protocolos nacionales de intervención post-desastre, campañas de alfabetización emocional, y estrategias específicas para poblaciones vulnerables.
El colapso de la discoteca Jet Set causó 236 muertes y dejó secuelas emocionales profundas en Santo Domingo
“Estos resultados confirman que las emergencias colectivas dejan heridas emocionales profundas que deben atenderse con alto rigor”, dice el estudio.
Puede leer: Familia de Rubby Pérez apela medida de coerción impuesta a dueños del Jet Set
“No podemos evitar todas las tragedias, pero sí podemos prepararnos mejor para proteger a nuestra gente del dolor emocional que dejan atrás”, concluye.
Las secuelas
“El trauma colectivo no se cura solo con cemento y estructuras. Sanar también requiere cuidados emocionales, políticas públicas informadas y acceso a servicios psicológicos dignos”, indicaron.
“Estamos hablando de personas que, días después del suceso, presentaban recuerdos intrusivos, hipervigilancia, insomnio y una constante sensación de amenaza”, explicó el doctor Zoilo García, psicólogo clínico e investigador principal del estudio, que consta con los testimonio de 1,034 personas.
El estudio reveló un 27.9% de depresión y 21.7% de ansiedad en la población afectada
Un 27.9% de los entrevistados presentó sintomatología significativa de depresión, mientras que un 21.7% reportó síntomas importantes de ansiedad, lo que refleja una afectación emocional generalizada en la población.
Además, un 14.1% mostró síntomas clínicos compatibles con un probable Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
Entre quienes presentaron sintomatología depresiva, los más comunes fueron: fatiga persistente, 56.8%; pérdida de interés o disfrute, en un 47.6%; tristeza frecuente, en un 44.2%.
En el caso de la ansiedad, los síntomas más reportados fueron: preocupación excesiva, en un 42.1%; y dificultad para relajarse, en un 40.8%. Las mujeres asumen roles familiares y laborales que las hacen más vulnerables.
Los más afectados
El estudio identificó que las mujeres, las personas jóvenes, con edades entre 18 y 30, así como los desempleados del centro de diversión fueron los grupos con mayor afectación psicológica. Reprimir lo que se siente no elimina el malestar, sino que lo intensifica.