El primer ministro griego Andonis Samaras ha afirmado que se está estudiando el tema de las compensaciones que Grecia podría exigir a los alemanes por la invasión durante la Segunda Guerra Mundial.
El ministro griego también ha dicho que se esperaba el momento oportuno porque no se pueden borrar las memorias y que el tema es demasiado importante para limitarlo a los confines de una crisis. Esas palabras en lenguaje dominicano significan poner la carreta delante del caballo Sencillo, para que nadie se le ocurra pensar que es una especie de empate con Alemania. No se confundan que no es un empate, que la crisis griega y las exigencias alemanas no tienen nada que ver con ésta decisión. Se llama compensación y por supuesto no borrar las memorias.
De acuerdo a las noticias de los medios globales un informe del Ministro de Finanzas calcula las compensaciones en 162,000 millones de euros ¡!sin incluir intereses! desde los años 1941-1944 que el país fue ocupado. El Ministro de Finanzas alemán, Wolfang Schaüble, ha calificado la demanda como irresponsable.
Bolivia ha presentado ante el Constitucional de Justicia de la Haya una demanda para restablecer los derechos de ese país injustamente enclaustrado y privado por más de 100 años de la cualidad marítima con la que nació. Resulta que Bolivia perdió una parte de su territorio en la Guerra del Pacífico 1879-1883 frente a Chile. Para Bolivia Chile tiene la obligación de negociar una salida soberana al Pacífico. Para Chile, Bolivia y Chile firmaron un tratado de límites en 1904 y ese tratado se encuentra plenamente vigente.
Al cumplirse 31 años de la guerra por el archipiélago, el gobierno de Argentina ha reiterado ante Naciones Unidas que está dispuesto a una solución pacífica a la disputa de las Islas Malvinas. Para la presidente argentina esta no es ya solo una causa argentina, es una causa regional de soberanía y una causa global de lucha contra el colonialismo. Dice el primer ministro británico David Cameron que está dispuesto a luchar para conservar las islas Falklands y protegerá el deseo de los isleños expresado en el reciente referéndum de seguir siendo británicos.