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Cierre con broche de oro

Cierre con broche de oro

Luis Pérez Casanova

El presidente Luis Abinader disponía de un balance altamente favorable para cerrar un año que no podía ser más incierto por el impacto de la pandemia que paralizó las actividades productivas y sociales en todas partes y que supuso grandes gastos para este y otros gobiernos.

Para colmo, en la medida que se fue superando la crisis los precios del petróleo, el transporte marítimo, los alimentos y las materias primas importadas se colocaron por las nubes. Ante un panorama tan difuso este 2021 se perfilaba como un año de incertidumbre y calamidades para este país. Sin una reforma fiscal para mejorar las recaudaciones y con una opinión pública que en lugar de impuestos reclamaba sangre contra las pasadas autoridades por los ignorados escándalos de corrupción, Abinader no parecía contar con muchas alternativas.

Pero la lucha contra la corrupción, la estabilidad de la moneda, la racionalización y focalización del gasto, la capacidad de trabajo y, lo que es más importante, la prioridad que concedió al proceso de vacunación para recuperar de la salud y de paso la normalización en el menor tiempo de la economía rindieron sus frutos.

No tardó mucho República Dominicana para situarse entre países que más habían avanzado en la jornada de inmunización. Si bien el balance era bastante elocuente para calificar 2021 de un año que superó las expectativas, Abinader lo coronó con broche de oro con la valiente y patriótica decisión de poner fin al infame peaje sombra de la autopista Santo Domingo-Samaná. Por lo lesivo para el país el contrato se convirtió en una afrenta para la dignidad del dominicano.

Había que encontrar una solución que no afectara la seguridad jurídica ni enviara un mensaje confuso a la inversión foránea. Como un gobernante para quien primero están los intereses nacionales el mandatario no esperó el clásico momento para amplificar el golpe de efecto, sino que anunció la medida tan pronto se llegó al arreglo.

El proceso de consolidación del sistema institucional, la independencia de los poderes, la estabilidad de la tasa de cambio y la cuantiosa inversión nacional e internacional fundamentan las auspiciosas perspectivas para 2022. Con todos los nubarrones que ensombrecían el panorama la desilusión era lógica.

Antes que recuperación el temor era que muchas empresas cesaran sus operaciones y que el desempleo y la escasez se dispararan. Pero Abinader, en honor a la verdad, ha sabido entregarse a fondo tanto para recuperar la salud como para dinamizar la economía y preservar los intereses nacionales. Los beneficios no son solo para reconocerse, sino para que también se evalúe la relación de la capacidad de trabajo, la honradez y la vocación de servicio con la causa de las grandes mayorías.

Por: Luis Pérez Casanova

l.casanova@elnacional.com.do

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