Piedra en zapato

El dirigente perredeísta Guido Gómez Mazara, tildado por compañeros como quinta columna en la organización, se ha fortalecido como obstáculo para la hegemonía de Miguel Vargas Maldonado como presidente del partido.

Su espíritu de no rendirse frente a las derrotas que representaban el rechazo de muchas de sus instancias contra el control del perredeísmo de Vargas Maldonado es lo que ha culminado con la sentencia del Tribunal Superior Electoral (TSE) que ha puesto sobre el tapete la dinámica del sistema democrático.

Al anular una asamblea del PRD del 17 de noviembre de 2017, el TSE, que acogió un recurso elevado por dirigentes del entorno de Gómez Mazara, la organización ha quedado acéfala. Vargas Maldonado, ministro de Relaciones Exteriores, ha sufrido de manos de Gómez Mazara una derrota tan contundente que el oficialismo, del cual es aliado, ha tenido que salir en su auxilio con presiones injerencistas rechazadas por amplios sectores.

Estimulado por el fallo del TSE y la intervención de la opinión pública Gómez Mazara ha decidido seguir sobre sus pasos buscando que se congelen los recursos que la Junta Central Electoral (JCE) otorga al PRD.