Trump a la defensiva.-

En el proceso de la Cámara de Representantes para destituirlo, el presidente Donald Trump luce a la defensiva, tal vez por primera ocasión en torno a un conflicto durante su gestión.

Al tildar el juicio político de un linchamiento, el mandatario no reaccionó con su habitual agresividad e incluso apeló a la unidad de los republicanos.

Al ver a testigos importantes desfilar ante el Congreso, Trump se ha dado cuenta de que el proceso no es una comedia, sino que va en serio.

El término linchamiento, para desdicha suya, generó una avalancha de reproches.

La presidenta del Comité Nacional de Abogados por los Derechos Civiles le recordó que los linchamientos fueron crímenes contra la humanidad y “una parte desagradable de la historia de violencia racial” en Estados Unidos.

En tanto el demócrata James Clyburn, afroamericano, protestó señalando que linchamiento es una palabra que ningún presidente debería usar para sí mismo.

Si una figura tan arrogante como el mandatario estadounidense actúa a la defensiva es obvio que en torno al juicio político no las tiene todas consigo.

Por aquí dirían que está feo para la foto.