Semana

Como cada domingo

Como cada domingo

La sonrisa de la DGII.-

Cuando muere una figura pública impecable, todos debemos lamentarnos por esa resistencia tan humana a asimilar lo inexorable del ciclo de la vida.

Si morimos invariablemente, es porque hemos nacido alguna vez y porque cada uno tuvo oportunidad de pasar por la existencia haciéndolo bien o mal.

Juan Hernández pertenece a esas figuras incuestionables y ejemplares.

PÁGINA 31 SOSA Juan Hernandez, exdirector de la DGII.

Juan Hernández, profesional de la Contaduría Pública Autorizada, ha partido de este mundo esta semana. Su partida, a pesar de la función nada graciosa que ayudó a modernizar, la de recabar impuestos, nos duele a todos, por más de una razón.

1- Fue el responsable de la modernización del sistema de Impuestos Internos que anteriormente era un mecanismo odioso de cobro mediante Rentas Internas, sin el menor sentido de servicio y consideración por el contribuyente.

2- Transforma la imagen y el sentido del servicio de la DGII, dotándola de un sistema adecuado, amigable, señalizado adecuadamente, con nuevos criterios en sus oficiales de servicio.

3- Diferenció la labor de recaudar impuestos de la agresividad fiscalista del Estado. Ha cumplido correctamente con la misión a su cargo (fundamental para cada gobierno).

4- Incorruptible, condición excepcional para personalidades ubicadas en un entorno tan y tan corrompido. Con el nivel de poder que le otorgaba sus funciones, Hernández es un ejemplo de resistencia a las tentaciones. De hecho, por su templanza y temperamento es improbable que nadie se arriesgara a tentarlo.

La partida de Juan Hernández nos deja el recuerdo hermoso de ese hombre que dotó a la DGII de una sonrisa, además de sus nuevas bases operativas y ética. Paz a sus restos y descanso eterno a su alma.