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Efraim Castillo

Silvano: El arte total (y 3)
No fue acaso el movimiento Arte y Liberación —con la exposición de sus objetos estéticos— la más alta memoria poética del periodo que siguió a la muerte de Trujillo? ¿No representaron las obras de arte de la Revolución de Abril el más hermoso testimonio de aquel acontecimiento histórico? Como capitán del enfrentamiento al invasor norteamericano con armas culturales, Silvano arribó plenamente al realismo socialista, acercándose a Renato Guttuso, Fernand Léger y André Fougeron a través de contundentes murales, afiches, recitales poéticos, obras de teatro y exposiciones pictóricas en plena defensa de la patria; una estrategia de resistencia revolucionaria que Silvano extendió a lo largo de su vida.

La obra de Silvano podría ser desmontada en diecinueve grupos para representar sus ciclos vitales y comprender la totalidad de su trabajo estético: 1) los dibujos de la primera época, es decir, de 1951; 2) la pintura social de 1952-53; 3) la producción del Medio Oriente; 4) la época madrileña con sus primeras obras abstracto-figurativas, entre 1956-57; 5) las realizaciones matéricas con sus investigaciones sobre el Movimiento y Estructura del Toro; 6) la serie Exploración del Cosmos —homenaje al Sputnik (1957-58); 7) la primera producción de collages sobre papel y la continuación de la serie Exploración del Cosmos; 8) sus realizaciones orgánico-mecánicas (1959-61); 9) los Cuadros Frágiles de 1962-64; 10) su producción sobre la Revolución de Abril, que, hasta cierto punto, solidificó la producción anterior en un vuelco vívido de extraordinaria presencia sobre el dolor del hombre en la guerra (1965-67); 11) la serie sobre Vietnam —que abarcó el Mayo Parisino del 68— (68-72).

Así como: 12) la serie sobre pintura y objeto, que es una continuación de su protesta sobre la intervención norteamericana en Vietnam, en donde construyó embalajes sobre papel y dio rienda suelta a sus magníficos performances (1973-75); 13) también es de esa época su producción de ensamblajes, donde reconstruyó —dentro de un contexto estético general— utilizando metales, polietileno, cartón, óleo y acrílica sobre madera y plástico, múltiples escenarios del genocidio de Vietnam (1971-75); 14) los collages sobre tela producidos en Panamá (1977-78); 15) los collages de la serie V Centenario del Descubrimiento de América (1989-90); 16) la producción sobre el héroe nicaragüense Sandino (1989-90); 17) las construcciones de relojes sobre madera, vidrio y metal (1990); 18) su nueva producción de Cuadros Frágiles, de 1990; y 19) su producción final, en donde incursiona con un tema que siempre le acompañó y fue una presencia —si no clandestina— tímida y mortificante: la antropología y con ella el estudio de los aborígenes caribeños: Homenaje a la Inocencia.

Esta última serie de Silvano deconstruyó los mitos caribeños post-colonización y los transportó a la esfera de la inocencia —lejos del perverso constructo imperial—, enlazando dibujo, escultura, pintura y collage en un arte total, en un lenguaje estético cuyo sentido emerge y estalla desde lo más profundo de un discurso crítico que convierte en presencia, grito y aleación metafórica lo robado por los imperios.