¿Qué Pasa?

Corredor Turístico SDE un tesoro oculto frente al mar

Corredor Turístico SDE un tesoro oculto frente al mar

Santo Domingo Este, el municipio más grande del país, guarda un potencial turístico que pocos imaginan. Separado del centro histórico por el majestuoso río Ozama, este territorio, cargado de historia, naturaleza y modernidad, ofrece todos los elementos para consolidarse como un corredor turístico integral, donde conviven la memoria, la ciencia, el ocio y el mar Caribe.

Desde el turismo cultural y religioso hasta el ecoturismo, el turismo científico, de playa y gastronómico, este corredor tiene todo para posicionarse como la puerta oriental del turismo capitalino.

Con una adecuada articulación entre el sector público, la comunidad y la inversión privada, el Corredor Turístico Santo Domingo Este podría convertirse en un modelo de desarrollo urbano sostenible, donde la historia y la naturaleza conviven a orillas del mar.

La ermita Nuestra Señora del Rosario es considerada la primera iglesia del Nuevo Mundo.

Dicho corredor podría comenzar su recorrido en el Parque Nacional Humedales del Ozama, un pulmón verde que protege un ecosistema de manglares, aves migratorias y flora endémica. Este santuario ecológico se ha convertido en un laboratorio vivo para la investigación científica y la educación ambiental, además de un refugio de serenidad a pocos minutos del bullicio urbano.

Desde allí, el visitante puede continuar hacia el Monumento a la Caña, símbolo que recuerda la herencia azucarera que marcó la economía y la cultura dominicana durante siglos. Es un punto que conecta la memoria productiva del país con la identidad del municipio.

Santo Domingo Este no solo respira naturaleza, también custodia parte esencial de la historia espiritual y cultural del país. En su corazón se levantan las ermitas Nuestra Señora del Rosario, en Villa Duarte y de San Lorenzo, en Los Mina Viejo, templos humildes, pero trascendentes, que evocan los primeros pasos del cristianismo en el Nuevo Mundo. Espacios que conservan la huella de la fe que acompañó el nacimiento de la nación.

Parque Los Tres Ojos

Y si de símbolos se trata, el Faro a Colón domina el horizonte con su monumental arquitectura. Este mausoleo, donde reposan los restos atribuídos a Cristóbal Colón, continúa siendo uno de los hitos más reconocibles de la capital, mezcla de historia, controversia y modernidad. Su luz, que se proyecta hacia el cielo, sigue siendo metáfora del encuentro entre el Viejo y el Nuevo Mundo.

El Parque Mirador del Este, pulmón natural del municipio, es el punto de encuentro de familias, atletas y caminantes que disfrutan de la brisa del Ozama. Sus senderos, ciclovías y áreas recreativas invitan al descanso activo con vistas privilegiadas de la Ciudad Colonial, al otro lado del río.

No muy lejos, el Parque Los Tres Ojos se revela como uno de los lugares más enigmáticos del Caribe. Un santuario subterráneo de aguas cristalinas que parece suspendido en el tiempo. Sus lagunas, rodeadas de vegetación exuberante, son testigos silenciosos de los tiempos precolombinos y de la formación geológica de la isla. A pocos minutos, el Acuario Nacional ofrece un viaje a las profundidades marinas sin mojarse. Peces tropicales, tortugas, tiburones y corales multicolores muestran la riqueza de los ecosistemas que abrazan la costa dominicana.

Más hacia el este, el Parque Temático de Energías Renovables introduce al visitante en la cultura de la sostenibilidad y la innovación tecnológica, recordando que el futuro del turismo también se escribe con conciencia ambiental.

El Malecón de Santo Domingo Este, conocido como la Avenida España, es la arteria turística por excelencia del municipio. Su trazado costero conecta bares, restaurantes, plazas y espacios de recreación que cada tarde se llenan de vida.

Desde allí, los atardeceres sobre la bahía ofrecen una postal que rivaliza con la vista desde la Ciudad Colonial.

Santo Domingo Este no necesita inventarse, solo necesita contarse. Y al hacerlo, el país descubrirá que el turismo también late del otro lado del río.