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Crisol de emociones en ceremonial del Pabellón

Crisol de emociones en ceremonial del Pabellón

Desde la izquierda, Eliseo González, Dionisio Gustavo, Joselito Ramos, Isac Ogando, Brígida Pérez, Leo Corporán, Lariza Díaz, Robert Jiménez, Brenda Corrie, Julián Heredia y Gloria Benítez, quien representó a su padre Armando Benítez.

El 57 Ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, celebrado la mañana-tarde del domingo, tuvo casi de todo, “como en botica”, como dice un viejo refrán.

Discursos my emotivos, otros candentes, lágrimas, nerviosismo de algunos exaltados, gran concurrencia, innovaciones, momentos hilarantes y varios impactos a la solemnidad que a través de los años ha caracterizado estos actos.

Todo esto se conjugó para hacer vivir un momento único a 12 nuevos inmortales del deporte dominicano, y a todos los presentes en el auditorio del Pabellón.

Monseñor Lorenzo Vargas dio la pauta al bendecir el esplendoroso acto, con elocuentes señalamientos.
Sus palabras guiaron al público hacia una atinada reflexión sobre el deporte, la dedicación, el trabajo, los momentos actuales que vive nuestra sociedad y sobre el futuro.

El Orfeón de Santiago aportó magníficas interpretaciones del himno Nacional y el del Pabellón de la Fama.

Francisco –Cuqui- Torres, escogido presidente de Honor del Ceremonial, ordenó el pase de lista de los que a partir de ayer abrazaron la inmortalidad deportiva: Adrian Beltré, Eliseo González, Brenda Corrie, Lariza Díaz, Brígida Pérez, Isaac Ogando, Leonardo de Jesús Heredia (Leo Corporán), Joselito Ramos, Armando Benítez, Julián Heredia, Robert Jiménez y Dionisio Gustavo.

Corrie, extraordinaria golfista, fue la primera en recibir los símbolos sagrados y la placa de inmortal.
Su emotivo discurso sirvió para resaltar cómo el golf, es un “deporte de caballeros”, porque enseña y predica la honestidad.

Expuso cómo el golf marcó a su familia, desde su padre (el inmortal Jack Corrie), como a ella y sus hijos, mientras sus lágrimas parecían bendecir el momento.

Isaac Ogando, exaltado como propulsor, resaltó la grandeza de su provincia Monte Plata, a la que por sus logros llamó “Capital del Deporte Dominicano”.

Dejó caliente el escenario cuando al pasar somero balance al respaldo que ha recibido su provincia por parte de diferentes gobiernos, mencionó por sus nombres los únicos ministros que contribuyeron.
Y que decir del nerviosismo. Joselito Ramos, uno de los mejores lanzadores dominicanos de softbol, perdió una página de su discurso, pero Dionisio Gustavo (karate), lo olvidó en casa, por lo que tuvo que improvisar sus palabras.

No faltó el momento hilarante (y hubo varios) que diera sabor al acto.
Por ejemplo, en medio de un momento solemne, mientras Lariza Díaz subía las escalinatas del auditorium para ser exaltada en la disciplina de baloncesto, desde el público, una voz infantil comenzó a gritar: “Lariza, Lariza…”. Creo que era su nieta.

No fue el único impacto que debió soportar la solemnidad: “Ese si es bueno…El defensor de los humildes…Viva Monte Plata, etc,” se dejo escuchar de voces anónimas.

Leo Corporán atrapó, como recipiente, la alegría, emotividad, el nerviosismo y quien sabe cuantos sentimientos más al ser exaltado.

Provocó un falso final al concluir sus palabras pidiendo al público ponerse de pie, con el puño en alto, para repetir: “Viva Duarte, Viva Sánchez, viva Mella, viva el Mauricio Báez, viva el deporte, muerte a las drogas, muerte a la corrupción y viva la República Dominicana”.

Por: Rafael Martínez R.
rafael.ramaivan@gmail.com

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