POR: Euclides Gutiérrez Félix
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Muchas gracias
Ha sido costumbre del autor de esta columna, que por tantos años hemos publicados en El Nacional, así como en otras que publicábamos hace años en otros medios de comunicación, tratar temas de importancia en el orden histórico, político, económico y social no solamente de nuestro país sino también de otros pueblos de América y del mundo, empeñados siempre, a menos que no fuese por razones especiales, de escribir en singular elogiándonos en el largo proceso de nuestra vida en la cual hemos militado en política por más de cincuenta años, ejerciendo también la profesión de abogado por más de cincuenta años al mismo tiempo que nos dedicábamos al magisterio al cual ingresamos desde el año de 1951, cuando por disposición del gobierno se dio inicio a la campaña de alfabetización en todo el territorio nacional, compromiso pedagógico en el cual dejamos cuarenta y un años de nuestra existencia.
Hoy, en esta columna, haremos una excepción: el título de “Muchas gracias” lo explica todo. El sábado pasado, 10 de mayo del 2014, recibimos un homenaje en el 62 aniversario de la Fundación de la Liga Centro de Softbol, tal vez la más antigua o una de las más antiguas de las instituciones deportivas de nuestro país y durante muchos años la más competente y de extraordinaria calidad en esas actividades.
La dirección de la Liga nos dedicó ese homenaje en el inicio de su campeonato anual, señalando por boca de su presidente Oreste Vallejo, que era un reconocimiento que se nos otorgaba no solamente por haber permanecido por espacio de treinta años como jugador activo de esa hermosa institución, sino también por haber sido “un gran colaborador para el desarrollo de la Liga” a la cual ingresamos en los finales del año de 1968, presentado en ella por nuestro intimo amigo de más de cincuenta años, Juan Frías Minaya.
Muchos de nuestros compañeros y amigos de la Liga se ausentaron por el camino inevitable de todos los seres humanos, pero están presentes en nuestra memoria y en ella vivirán por siempre, porque la Liga Centro ha sido y es, un escenario de extraordinaria importancia en la confraternidad deportiva al margen de las categorías sociales, profesionales, económicas o políticas.
El inicio de nuestra actividad deportiva tuvo sus orígenes en nuestra patria chica Montecristi, allá por el año de 1946, con once años de edad, cuando fuimos incorporados al poderoso equipo amateur de beisbol del batey “Madre” de la Grenada Company, conocida con el nombre de “División Berlanga” de la United Fruit Company. Equipo que escribió páginas inolvidables de leyenda en el beisbol amateur de la República Dominicana.
Muchas gracias a mis amigos y compañeros que nos acompañaron en ese reconocimiento y para nosotros realmente homenaje inmerecido, porque lo que hicimos fue cumplir con nuestro deber cuando se nos aceptó en la Liga Centro y se nos recibió con simpatía, amistad y cariño, que viven y vivirán en nuestros recuerdos. Muchas gracias compañeros de la Liga, a los viejos que estuvieron presentes y a los jóvenes que hoy son los que mantienen en alto, muy en alto, el recuerdo del Club Deportivo Centro.

